martes, 30 de junio de 2009

Museo de Berlín : Busto de la bella Nefertiti


El busto de Nefertiti, la pieza más valiosa del Museo Egipcio de Berlín, se quedará en la capital alemana, según opinó hoy su antiguo director, Dietrich Wildung, pese a que las autoridades egipcias reclamaron su devolución hace sólo un par de semanas.
Aunque Wildung se ha jubilado recientemente de su cargo de director (le ha sucedido Friederike Seyfried), sigue siendo considerado una de las máximas autoridades entre los egiptólogos alemanes y su opinión es tenida en cuenta.
Wildung insistió en que pretende seguir contribuyendo a aclarar todas las imprecisiones que existen en torno a la reina del Nilo (1370 a.C.-1330 a. C), cuyo busto hallaron arqueólogos alemanes en el Valle de Amarna en 1912. "Sobre todo me voy a esforzar por que todo el alboroto -que no ha sido causado por Egipto, insisto- que rodea a Nefertiti se acabe finalmente, y por que tanto Egipto como Alemania estén satisfechos", apuntó Wildung en declaraciones a la radio alemana Kultur .
El busto de la esposa del faraón Akenaton no sólo es un tesoro preciado para su país de origen, sino también un imán museístico y seña de identidad de BerlínCruce de declaracionesAsí respondía Wildung a las declaraciones de hace dos semanas del secretario general del Consejo Superior de Antigüedades egipcias, Zahi Hawass, a un dominical berlinés en las que afirmaba que el busto de Nefertiti es un "tesoro de excepción" de la cultura egipcia, por la que vale la pena presentar una petición formal de restitución. Egipto ya reclamó, sin éxito, a Hitler la restitución del busto, e incluso últimamente se sucedieron peticiones más o menos formales para exhibir el busto de forma temporal en museos egipcios, pero hasta ahora Berlín no accedió alegando los riesgos que supondría tal transporte.
Hawass aseguró que se propone elevar la reclamación al plano oficial, defendiendo que los arqueólogos alemanes lo sacaron del país ilegalmente en 1912. El problema es que el busto de la esposa del faraón Akenaton, célebre por ser el más bello del mundo, no sólo es un tesoro preciado para su país de origen, sino también un imán museístico y seña de identidad de Berlín, presente en todas sus guías turísticas. De hecho, será este año la estrella de la reapertura, el próximo mes de octubre, del Neues Museum.
Este centro es la última pieza que quedaba por recuperar de la Isla de los Museos de Berlín, destrozada por los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial.