sábado, 20 de junio de 2009

La pisicna del sultán

Arqueólogos israelíes han descubierto el principal acueducto por el que la antigua Jerusalén se abastecía de agua y que, a partir del siglo XVI, sirvió para alimentar su principal embalse, la "Piscina del Sultán"Suleimán el Magnífico.
El hallazgo fue realizado por arqueólogos de la Dirección de Antigüedades de Israel durante la construcción de un nuevo museo en una zona conocida cómo Mishkenot Shananim, al oeste de la ciudad vieja de Jerusalén y junto al embalse, hoy desecado y convertido en zona de recreo y espectáculos.
El acueducto suministraba agua a los peregrinos y residentes de la antigua ciudadela amurallada, tanto para beber como para los baños de purificación ritual judíos alrededor del Templo de Jerusalén. "Estamos hablando de un acueducto impresionante que llegaba a una altura de tres metros", afirma en un comunicado difundido hoy Ron Beeri, uno de los dos arqueólogos que dirigen las excavaciones.
Según Beeri, cuando unos quince siglos después de la destrucción de Jerusalén por los romanos el sultán otomano Suleimán I se encontró con el acueducto, una de las primeras cosas que hizo fue ordenar la construcción de las actuales murallas de la ciudad y la remodelación de la vía de aprovisionamiento de agua.
Los restos en la zona se remontan al período del Segundo Templo de JerusalénDiseño particularSuleimán adjuntó una pequeña torre al acueducto dentro de la cual insertó una tubería de cerámica por la que desviaba agua hacia la conocida hoy como "Piscina del Sultán" y a una fuente tradicional islámica para que los peregrinos bebieran después de cruzar un puente que aún existe en los alrededores, sobre el camino hacia la ciudad de Hebrón.
"Es evidente que la ubicación del acueducto era ciertamente eficiente porque hemos encontrado cuatro acueductos diferentes en el mismo lugar exactamente", destacó el arqueólogo, "el más antiguo de ellos de la época bizantina". Los últimos tres, del período otomano, rodeaban un embalse que fue al parecer construido en épocas anteriores.
Los restos en la zona se remontan al período del Segundo Templo de Jerusalén e indican que desde hace más de dos mil años se realizaron reparaciones al acueducto de más baja altura. Después de la Gran Revuelta en el siglo I, en la que el Templo judío fue destruido, el acueducto sirvió para suministrar agua a la Décima Legión romana acuartelada en la zona y, medio siglo después, a la Alia Capitolina, la Jerusalén romana.
"Podemos ver que desde la época del Segundo Templo hasta el período bizantino el agua fluía dentro de un canal abierto que estaba cubierto con losas", explica el arqueólogo. También los musulmanes, que ocuparon la región en el siglo VII, lo aprovecharon durante siglos, pero fue Suleimán el Magnífico quien ordenó su restauración. Los ingenieros otomanos introdujeron tuberías de cerámica dentro del acueducto. Desde mediados del siglo XIX se tenían indicios claros de la existencia del acueducto, gracias a pequeños segmentos intermitentes que aparecían en distintas excavaciones.