¡Qué llueva, qué llueva!' es un concierto-espectáculo en el que Titiriteros de Binéfar interpretan canciones de todo el mundo relacionadas con el agua; de hecho el espectáculo se inicia con un canto a la lluvia común a muchas culturas: '¡Qué llueva, qué llueva!'.
También se cantan canciones relacionadas con juegos de corro que se refieren a la relación entre el agua y la vida, como 'Arroyo claro, fuente serena', y un juego rítmico 'Respirar a pleno pulmón' que permite presentar la riqueza de la fauna marina.
Titiriteros de Binéfar recuperan también canciones que versan sobre el aprovechamiento por el hombre de los recursos del mundo acuático como 'Una sardina, dos sardinas' o 'Vamos a la mar a comer pescado'.
Presentan la diversidad de las lagunas y humedales con 'Estaba la rana sentada cantando debajo del agua' y cierran su espectáculo de manera festiva, nombrando oficios relacionados con la pesca, el calafateo y el uso del agua, con las canciones 'Congó Eo' y 'Soy marinero'. En esta obra, los Titiriteros se mueven entre el público con los elementos visuales y grandes títeres y proponen bailes y danzas.
También se cantan canciones relacionadas con juegos de corro que se refieren a la relación entre el agua y la vida, como 'Arroyo claro, fuente serena', y un juego rítmico 'Respirar a pleno pulmón' que permite presentar la riqueza de la fauna marina.
Titiriteros de Binéfar recuperan también canciones que versan sobre el aprovechamiento por el hombre de los recursos del mundo acuático como 'Una sardina, dos sardinas' o 'Vamos a la mar a comer pescado'.
Presentan la diversidad de las lagunas y humedales con 'Estaba la rana sentada cantando debajo del agua' y cierran su espectáculo de manera festiva, nombrando oficios relacionados con la pesca, el calafateo y el uso del agua, con las canciones 'Congó Eo' y 'Soy marinero'. En esta obra, los Titiriteros se mueven entre el público con los elementos visuales y grandes títeres y proponen bailes y danzas.
