Santa María de la Cabeza, llamada María Toribia, fue la esposa de San Isidro Labrador. Nació en Uceda, Guadalajara, y vivió en Torrelaguna, en la provincia de Madrid, cerca de la provincia de Guadalajara. Murió entre 1175 y 1180.
En Torrelaguna conoció a San Isidro, que estaba huyendo de la conquista almorávide. La leyenda cuenta que, cada noche, María soñaba con la Virgen, quien conseguía cruzar el río Jarama extendiendo su purísimo manto sobre las aguas.
María e Isidro tan sólo tuvieron un hijo. Uno de los milagros más conocidos del santo es aquel según el cual el niño cayó a un pozo muy profundo. Santa María rogó a su marido que lo salvase y al instante el agua del pozo subió milagrosamente hasta el brocal, llevando al niño sobre sus aguas intacto. El pozo se encuentra en la que fue casa de Iván de Vargas, amo de Isidro, actual Museo de los Orígenes, llamado hasta 2007 Museo de San Isidro, un edificio reconstruído modernamente.
La festividad de Santa María de la Cabeza se celebra el el 9 de septiembre. En el callejero madrileño existen, nombrados en su honor, el paseo de Santa María de la Cabeza y la glorieta de Santa María de la Cabeza. En el puente de Toledo, sobre el río Manzanares, hay sendas esculturas de los dos esposos.