Los preservados restos de una criatura hembra de 47 millones de años, similar al lémur, fueron develados en Estados Unidos.
La preservación es tan buena que es posible observar el contorno de su pelaje e incluso los rastros de su última comida.
El fósil, denominado Ida, es considerado el "eslabón perdido" entre los primates haplorrinos -monos, simios y humanos- y sus parientes más lejanos.
Sin embargo, algunos expertos independientes, que esperaban la oportunidad de ver al nuevo fósil, han mostrado escepticismo ante la afirmación de que finalmente se encontró dicho eslabón.
Además, han criticado el despliegue publicitario que ha rodeado la presentación de Ida.
El fósil fue presentado por el alcalde de la ciudad en medio de una gran fanfarria en el Museo de Historia Natural de Nueva York.
Aunque los detalles de Ida sólo han aparecido en una publicación científica -PLoS One- ya existen un documental y un libro asociados.
Ida fue descubierta en la década de 1980 en el sitio fosilífero de Messel, un terreno que se convirtió en un tesoro oculto de fósiles ubicado en Darmstadt, Alemania. Durante la mayor parte de este tiempo ha estado en una colección privada.
En el Eoceno
La investigación sobre la importancia del fósil fue encabezada por Jorn Hurum del Museo de Historia Natural de Oslo, Noruega.
Hurum indicó que la criatura fósil era "lo más cercano que tenemos a un ancestro directo" y calificó el descubrimiento como "un sueño hecho realidad".
El animal vivió durante una época en la historia de la Tierra conocida como el Eoceno, la cual fue crucial para el desarrollo de los primeros primates.
Ella pertenece al grupo del cual los primates haplorrinos y los humanos se desarrollaron, pero mi impresión es que ella no está en la línea directa
Dr. Jens Franzen
A simple vista, Ida se parece a un lémur, sin embargo, la criatura carece de rasgos primitivos como el denominado "peine de dientes finos", una característica anatómica en la cual tanto los colmillos como los incisivos inferiores son alargados, están juntos y salidos hacia fuera. Tampoco tiene una garra especial utilizada para acicalarse.
El equipo concluyó que Ida no era simplemente otro lémur sino una nueva especie. Su nombre científico es Darwinius masillae, para celebrar su lugar de origen y el bicentenario del nacimiento de Charles Darwin.
Sueño
El doctor Jens Franzen, un experto en las excavaciones que han tenido lugar en Messel y miembro del equipo que desenterró a Ida, la describió como "la octava maravilla del mundo", debido a la extraordinaria preservación del esqueleto.
Esta es información con la que normalmente "los paleontólogos sueñan", señaló.
Además, Ida guarda "un cercano parecido a nosotros mismos", agregó, con uñas en vez de garras, una mano y un dedo pulgar, como los humanos y algunos otros primates.
Sin embargo, dijo que algunos aspectos de los dientes indican que Ida no es un ancestro directo, es más una "tía" que una "abuela".
"Ella pertenece al grupo del cual los primates haplorrinos y los humanos se desarrollaron, pero mi impresión es que ella no está en la línea directa".
Expertos independientes están interesados en estudiar el nuevo fósil pero se muestran escépticos ante cualquier anuncio de que éste podría ser "el eslabón perdido".
El doctor Henry Gee, uno de los editores de la publicación científica Nature, dijo que el término en sí mismo es engañoso y que la comunidad científica necesitaría evaluar su importancia.
"Es algo muy bueno tener un nuevo hallazgo y será muy bien estudiado", afirmó. No obstante, agregó que el hallazgo probablemente no se encuentre en el mismo nivel que importantes descubrimientos como el "Hobbit" o dinosaurios con plumas.
El doctor Richard Beard, curador del Museo Carnegie de Historia Natural, dijo sentirse atemorizado por la maquinaria de publicidad que rodea al nuevo fósil.
Argumentó que podría afectar negativamente la popularización de la ciencia si la criatura no resultara ser tan importante como la presentaron.
Todavía Beard no conoce los detalles científicos del descubrimiento pero afirmó que podría ser muy bueno tener un nuevo fósil del Eoceno y que Ida "sería bienvenida como una nueva criatura en el mundo de los primeros primates".
Sin embargo, indicó que "estaría absolutamente estupefacto si resulta ser un potencial ancestro de los humanos".
Todo está en el pie
En la publicación PLoS, los científicos no dicen que la criatura es un ancestro directo de los humanos, pero el doctor Hurum cree que eso es exactamente lo que Ida es.
Hurum le dijo a la BBC que la clave para probar esto descansa en el detalle de su pie. La forma de un hueso en el pie llamado talus parece "casi antropoide".
Añadió que el equipo estaba planificando una reconstrucción en tres dimensiones del pie, lo que demostraría que Ida esa aun ancestro directo de los humanos.
"Aún no hemos terminado con este espécimen", expresó Hurum. "Habrá muchas investigaciones sobre Ida en el futuro", prometió.