viernes, 8 de mayo de 2009

Marco Antonio y Cleopatra IV



Ella entró en la historia de la mano de un genio como Julio César, pero sin duda una mujer extraordinaria. Se la consideraba hermosa, desde luego, pero el secreto de su fenomenal atractivo no residía en el físico, sino en la inteligencia: "Su belleza no era en sí misma incomparable", dice Plutarco en sus cautivadoras Vidas paralelas, "pero su trato tenía un gancho irremediable". Además de implacable, Cleopatra era culta, refinada, vivísima de inteligencia y gracia; sabía de política y de guerra; conocía tantas lenguas que se decía que jamás usaba intérpretes, y era femenina, sutily en apariencia dócil, aunque por sus venas circulaba lava incandescente en vez de sangre.

(Continuará....) De Rosa Montero