lunes, 11 de mayo de 2009

Camisetas


Fresca, cómoda, divertida y en no pocas ocasiones original, la camiseta se ha convertido en las últimas décadas en la reina indiscutible de los meses estivales. No siempre fue así, ya que hasta finales de la década de los cincuenta del siglo pasado, la camiseta era considerada una prenda interior.
El origen de la camiseta se remonta a la I Guerra Mundial. Los soldados europeos comenzaron a utilizar estas prendas de algodón como parte del equipamiento básico militar. Hasta entonces, los uniformes eran fabricados en su totalidad en lana de oveja, material bastante incómodo cuando va en contacto directo con la piel. Por lo general, la camiseta se utilizaba como complemento de la camisa y cubierto por ésta, por lo que rara vez salía a la luz.
Sería el mundo del cine el que sacara las camisetas del mundo de la lencería para convertirlas en una prenda habitual. James Dean la pondría definitivamente de moda en 'Rebelde sin causa', aunque antes que él la habían llevado delante de las cámaras John Wayne o Marlon Brando.
Las apariciones de la camiseta de manga corta en la gran pantalla ilustraban un tipo de hombre duro, poco pudoroso, al que importaban poco las convenciones sociales en el vestir. Esta imagen de la prenda gustó a los jóvenes 'rockers' o 'rockabillies', que la convertirían en parte de su uniforme oficial, junto a la cazadora de cuero negro y el tupé engominado.
Con la llegada de los años sesenta, las camisetas se colorean, tiñen y se llenan de letras: desde lemas reivindicativos hasta publicidad de infinidad de productos, todo cabe en una camiseta, pasando por diseños psicodélicos inspirados en los 'viajes' con LSD. Durante los ochenta la camiseta se asienta plenamente y vive un 'boom' que durará hasta los noventa, década en la que las populares 'T-shirts' son un tanto relegadas. Con la entrada del nuevo siglo y las continuas revisiones de la moda de las décadas anteriores, la camiseta vuelve a ponerse de nuevo de moda, con modelos cada vez más atrevidos y originales que rozan la obra de arte (y que se pagan como tales), como demuestran los diseños de Custo.

Este verano, y como no podía ser menos, la camiseta sigue despuntando. Están muy de moda las diseñadas por las catedrales del ocio nocturno, como Gurú o Pachá, y siguen cautivando a nacionales y extranjeros las producidas por los navarros de Kukuxumusu, inconfundibles por sus dibujos de toros azules y vacas esquizoides.
El toque naïf y un punto infantil lo ponen este año las camisetas de Ailanto, con colores vivos y dibujos de flores sonrientes. Con un concepto totalmente diferente, la última colección de Divinas Palabras (Toxicity) propone sugestivos diseños pop de marcado acento urbano y aire retro.
Para los enamorados del surf y su estética, nada mejor que las camisetas de El Niño o El Niño de Tarifa; desde la ventosa ciudad gaditana, el hombre-ola de este diseñador llega a todos los centros de secundaria de España. Loreak Mendian, desde la otra punta de la península, también atrae a los más jóvenes con su margarita irresistible.
El dibujante latinoamericano Jordi Labanda sigue embrujando al verano con sus estilizadas muchachas inspiradas en la moda de los cincuenta, mientras que 13 Búho Street reivindica el lenguaje graffitero como seña de identidad.