martes, 12 de mayo de 2009

Marco Antonio y Cleopatra VII


Antonio quedó tan fascinado por la reina que abandonó sus proyecto bélicos y se marchó con Cleopatra a Alejandría, en donde pasó todo el invierno. Pero en primavera, un conato de guerra civil le hizo volver a Roma. Por entonces, Antonio era todavía un militar triunfante y con mucho prestigio entre las legiones; Octavio prefirió no enfrentarse a él, de modo que firmaron una renovación del triunvirato y, para reforzar el acuerdo, Antonio se casó con la hermana de Octavio, también llamada Octavia, una joven bellísima (más guapa que Cleopatra, dicen los coetáneos), además de prudente e inteligente. Desde luego debía de estar muy bien esa mujer, porque, desde el año 40 hasta el 37, Antonio se mantuvo lejos de la reina de Egipto. Pero pocas pasiones pueden conservar el punto de fusión y de locura más allá de la línea fatal de los tres años, y el atractivo de Octavia no fue eterno. Así es que Antonio partió en una campaña contra los partos, y en cuanto que llegó a Siria hizo venir a Cleopatra. Ya no se separaron nunca más.


(Continuará....) De Rosa Montero.