y sigue pasillo adelante hacia la puerta del fondo diciendo que sí con la cabeza y ni sabe ni le importa a qué está asintiendo ni a qué se compromete, y un chico que llega retrasado la atropella y días más tarde , cuando la inexplicable ausencia de las aulas de una profesara tan formal es tema de conversación en todos los corrillos, contará una y mil veces que a cambio del empujón recibió una sonrisa ten inquietante como hermosa.
(continuará)