jueves, 19 de marzo de 2009

Como en la foto.Un peinado de niña antigüa y tímida que ya nadie llevaba,"Qué gracioso" , dijo , con acento extranjero de rubita recién llegada, y a ella no la molestó que jugará con sus rizos ,
qué va , todo lo contrario. Fue un flechazo , así se decía entonces. Aquellos ojos de agua, qué belleza perfecta en sus labios y en sus dientes que ríen, y qué dedos tan suaves los que enganchaban los suyos y le descubren un mundo prohibido, un mundo de pecado de la mano de un angelito gótico, desabrochar las blusas y bajar los tirantes para comparar los botoncillos que florecen, rozando la misma sorpresa la carne propia y la ajena.. (continuara)