Mientras tanto -porque hoy está ida y no sabe lo que hace- se ha volcado en el pelo el frasco entero de champú y la espuma la envuelve y llena la bañera de mármol rosa y trepa como la lava por las cortinas de volantes historiados. Pero ella se refleja entre vapores en el óvalo dorado, sonríe sin separar los labios, evanescente como una sirena entre la espuma , y se promete: " Mañana me voy a peinar tirabuzones.Hoy no, pero mañana sí. Mañana me hago tirabuzones."