domingo, 12 de abril de 2009

Sobre el busto de la reina Nefertiti


Nefertiti, la reina egipcia, la Mona Lisa del mundo antiguo, podría no haber sido tan guapa como se creía. Según científicos alemanes, una cara tallada delicadamente en la piedra caliza del famoso busto de la reina sugiere que el escultor podría haber suavizado los rasgos alrededor de los labios y arreglado la nariz abultada de la belleza del Nilo. Un photoshop a la antigua.
El busto, que guarda el Museo Antiguo de Berlín y mide 50 centímetros, fue descubierto por el arqueólogo alemán Ludwig Borchardt. Consiste en un núcleo de piedra caliza cubierto por capas de estuco de distinto grosor. Los investigadores lo analizaron en 1992, pero los avances tecnológicos les han permitido ahora llegar a las capas más interiores. Los análisis han descubierto que, comparado con la cara de estuco más exterior, la cara interior tiene mejillas menos prominentes, un pequeño bulto en la nariz y arrugas en la boca y en las mejillas. Según los científicos, los cambios se hicieron, probablemente, para hacer que la reina se adhiriese mejor a los ideales de belleza de la época.

El busto de Nefertiti fue encontrado en 1912 en Tell el-Amarna, la capital del marido de Nefertiti, el faraón Ajenatón. "Es posible que ordenase (probablemente el mismo Ajenatón) el busto de Nefertiti para representarla según su propia percepción", han escrito Alexander Huppertz y sus colegas en la revista Radiología.

Desde su primera exhibición pública, en 1923, la precisión de las líneas simétricas de la escultura, de 3.300 años de antigüedad, y la finura de sus rasgos han atraído a miles de admiradores de todo el mundo. Egipto ha solicitado la mediación de la UNESCO para que se devuelva al país el busto, además de la Piedra Rosetta, que está en el Museo Británico de Londres.