Celulitis, retención de líquidos, piel seca, cabello débil, cansancio, estrés… Comiendo ciertos alimentos puedes combatir estos problemas de manera natural, o potenciarlos sin darte cuenta. No encontrarás una forma más sana, eficaz y natural de cuidar tu salud.
Una mala alimentación se traduce inmediatamente en una mala salud, un deterioro de tu belleza y un envejecimiento prematuro. Tu dieta influye directamente en estos tres factores, pero además, potenciando el consumo de ciertos alimentos puedes solucionar y prevenir problemas específicos de salud. Tan fácil como comer lo que te conviene y eliminar de tu dieta lo que no te va bien. Sólo tienes que hacer la prueba y observar los resultados.
Los principales problemas de salud y belleza que nos afectan, los alimentos que te ayudan a combatirlos y los que deberías evitar o eliminar de tu dieta.
Celulitis: no a las grasasEl problema más común en las mujeres tiene que ver con causas hormonales y circulatorias. Se caracteriza por un acúmulo localizado de grasa y líquido, por lo que cuidar la dieta resulta especialmente importante para combatirla.Sí. A las verduras, hortalizas y alimentos ricos en hierro (carne magra, pescado, legumbres…), que deben ser la base de tu alimentación. Potencia el consumo de alimentos diuréticos, ricos en potasio (endivias, frutos secos, berenjenas, plátanos, levadura de cerveza). Entre horas, toma infusiones de té verde y salvia. Los alimentos integrales te ayudarán a eliminar toxinas y a combatir el estreñimiento, un gran enemigo de la celulitis.No. A las grasas saturadas (carnes rojas, embutido, mantequilla, fast food, patés…) y los azúcares refinados (azúcar blanco, bollería industrial, chocolate, miel, zumos envasados, refrescos…). Además, debes reducir al máximo la sal para evitar la retención de líquidos, que agrava el problema.Modera. El consumo de fruta (procura no tomar más de dos piezas al día), ya que el azúcar que contiene (fructosa) se transforma fácilmente en grasa y pasa a engrosar la celulitis. Procura moderar también el consumo de lácteos, demasiado ricos en grasas; sustitúyelos por desnatados o productos de soja.
Retención de líquidos: diuréticos naturalesEste problema se produce cuando nuestro organismo no consigue eliminar adecuadamente los líquidos que contiene y mantener un buen equilibrio. Los síntomas son hinchazón, calambres, palpitaciones, aumento de volumen, empeoramiento de la celulitis y malestar general. La retención de líquidos se produce principalmente por una mala alimentación (rica en sal y alcohol, y pobre el proteínas y nutrientes), fluctuaciones hormonales, sedentarismo, trastornos hepáticos o renales, el uso de ciertos medicamentos o el embarazo.Sí. Al agua, tu mayor aliada para ayudar a tu organismo a eliminar los líquidos sobrantes. Bebe al menos un litro y medio de agua, además de zumos naturales e infusiones. Al levantarte, toma un vaso de agua templada para eliminar los líquidos acumulados durante la noche. Potencia el consumo de verduras (puerros, apio, pepino, hinojo, perejil, espárragos, setas, alcachofas, berenjenas), de proteínas (tras su ingestión el hígado produce albúmina, necesaria para que los fluidos no se acumulen en el organismo) y de infusiones diuréticas (cola de caballo, salvia, enebro), siempre bajo supervisión. Los caldos de verduras serán tus grandes aliados.No. Al exceso de sal. No sólo debes cocinar con poca sal o sustituirla totalmente por especias, ajo u otros condimentos, sino olvidarte totalmente del salero en la mesa. Reduce al máximo los embutidos, los quesos curados, las conservas, las pastillas de caldo, las sopas y cremas envasadas, la fast food y los biscotes o el pan seco que no sea de dieta.Modera. El consumo de bebidas con gas y el alcohol. Controla el consumo de pan o tómalo sin sal. Estrés: no a los excitantesAnsiedad, dolor de cabeza, cansancio, insomnio, taquicardia, eccemas, falta de concentración… éstos son algunos de los síntomas leves que produce el estrés, causante incluso de la acumulación de líquidos y grasas en el cuerpo. La alimentación juega un papel fundamental en la prevención de este problema.Sí. A las frutas y verduras frescas, ricas en vitaminas (sobre todo C) y minerales. A los alimentos ricos en triptófano (plátano, nueces, carne roja, pescado o lechuga), que ayuda a controlar los niveles de serotonina. A los hidratos de carbono complejos (pasta, arroz, legumbres), que mantienen estables los niveles de glucosa. El chocolate negro es el alimento antiestrés por excelencia por su contenido en triptófano. Eso sí, modera su consumo.No. A las sustancias excitantes, como el café, el tabaco y el alcohol. Evita saltarte comidas e intenta hacer cinco ingestas diarias en las que tomes todos los nutrientes que necesitas para mantener en forma tus defensas.Modera. El consumo de dulces (el azúcar produce picos de glucosa y te hace entrar en un círculo vicioso en el que cada vez necesitas más dulce).
Pelo frágil: come mineralesEl estrés, los problemas hormonales y una mala alimentación pueden ser la causa de la caída del cabello o su debilidad. Una alimentación variada y rica en vitaminas y minerales mantendrá tu pelo fuerte y bonito.Sí. A las proteínas (carne, huevos, pollo, pescado, lácteos, nueces, legumbres y granos integrales), vitaminas y minerales (frutas y verduras frescas en abundancia). También necesitas tomar suficiente hierro (verduras de hojas verdes) y calcio. Para tener todos estos nutrientes introduce en tu alimentación levadura de cerveza, algas, germinados, legumbres, polen y remolacha. En épocas como el otoño, la primavera o períodos de sobreesfuerzo y estrés, toma suplementos especiales para el cabello (ricos en minerales como zinc o selenio).No. A las grasas saturadas y las sustancias estimulantes o los fritos. Evita saltarte comidas y comer rápido o frente al ordenador.Modera. El consumo de azúcares refinados y fast food, pobres en nutrientes esenciales y demasiado ricos en grasas. Cansancio: energía naturalTodos pasamos por épocas de estrés y sobreesfuerzo que nos provocan cansancio. Cuando éste se convierte en crónico o no le encuentras un motivo aparente, busca la causa en tu alimentación. Para tener energía necesitas seguir una dieta suficiente en calorías y nutrientes. Además, hay alimentos que te proporcionan energía extra sin desequilibrar la báscula. No se trata de comer mucho sino de comer bien.Sí. A los alimentos ricos en hierro (lentejas, espinacas, almendras, soja, verduras de hoja verde, sardinas…). Es importante que tomes hidratos de carbono de digestión lenta (legumbres, patatas, arroz…) para mantener estables tus niveles de glucosa y tener energía durante todo el día. En épocas de sobreesfuerzo puedes tomar suplementos de polen, germen de trigo, levadura de cerveza y alimentos energéticos y sanos como la miel, el chocolate negro o de algarroba, los frutos secos, los plátanos o los productos integrales. Las frutas y las verduras frescas no pueden faltar en tu dieta: repártelas en las cinco ingestas diarias que no te debes saltar.No. A las grasas saturadas y el azúcar blanco, que retardan la digestión, impiden la liberación de neurotransmisores y provocan picos de insulina que potencian el cansancio. Evita también las sustancias excitantes (café, dulces, refrescos…), que no harán sino agravar el problema.Modera. El consumo de lácteos enteros, que hacen trabajar demasiado a tu hígado y pueden provocar sensación de cansancio. Cuidado con las dietas prolongadas; si no son supervisadas por un especialista, puedes sufrir un déficit de nutrientes que te provoque cansancio crónico.
Estreñimiento: más fibraUna alimentación inadecuada y unos malos hábitos de vida, entre los que destaca el sedentarismo, suelen ser las causas del estreñimiento. El uso repetido de laxantes sin control médico puede agravar este problema.Sí. A los alimentos ricos en fibra, los principales aliados del tránsito intestinal (verduras, frutas, legumbres, frutos secos, cereales integrales). Entre las frutas, las del bosque y las ciruelas tienen un potente efecto laxante. Los lácteos (mejor semi o desnatados), los huevos, el pescado y sus derivados son alimentos que debes incluir en tu dieta cada día. El aceite de oliva y de semillas (girasol, maíz, soja) son oro líquido contra el estreñimiento. También es muy importante potenciar la ingesta de líquidos: agua, caldos, infusiones y zumos naturales con pulpa. Es importante que vayas introduciendo progresivamente en tu dieta productos integrales (pan, cereales, pasta…).No. Carnes grasas, bollería industrial, té, edulcorantes artificiales, alcohol, pan blanco o pasta poco cocida.Modera. El consumo de dulces, sobre todo chocolate, ya que tiene propiedades astringentes. Evita las verduras flatulentas y astringentes (zanahoria) y los purés pasados por el chino, ya que eliminan la fibra. Envejecimiento: cóctel de vitaminasPiel seca, arrugas, cansancio, falta de energía, pérdida de masa muscular, ralentizamiento de las funciones vitales, mala salud, edad biológica superior a la cronológica… Una mala alimentación está directamente relacionada con un envejecimiento prematuro.Sí. A los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3, presentes en el pescado azul. A las vitaminas y minerales, los mejores antioxidantes naturales, presentes en frutas y verduras frescas (la granada, las uvas y los arándanos son auténticos cócteles antioxidantes). El aceite de oliva virgen crudo y el té verde son las estrellas en cualquier dieta antienvejecimiento. Los alimentos integrales y de origen biológico tampoco pueden faltar en tu mesa. Para beber, toma vino tinto con moderación.No. Al azúcar blanco, los alimentos procesados, la bollería industrial, la fast food, las grasas saturadas, el alcohol y el tabaco.Modera. El consumo de carnes rojas, embutidos, dulces, pan blanco y cereales refinados.