jueves, 9 de abril de 2009

Fábula de Esopo


El Perro y su imagen
Cierto perro cogió entre sus dientes un gran pedazo de carne. ¡Qué magnífico!, se dijo el incauto animal. Lo llevaré a casa y allí lo comeré ami regalado gusto.
En el camino cruzó un arroyuelo, cuyas cristalinas aguas, reflejando su imagen, le hicieron ver ingenuamente a otro pero con una presa más grande en el hocico.
Como el animal estaba hambriento abrió la boca y se zambulló en el agua para coger el pedazo del otro perro. Mas, ¡oh desencanto!, se sumergió hasta el fondo y no encontró a su rival.
Se dio cuenta entonces, aunque tarde, que su gula le había costado la pérdida de su propia presa.
Más vale pájaro en mano
que ciento volando.