Los griegos instituyeron el principio de la consideración racional del hombre y de la naturaleza, en la que encuentran la razón que explica la experiencia sensorial de la estética en el arte griego. La belleza para los griegos estaba en la perfección, la proporción y la armonía. El sofista griego Protágoras mantenía que el hombre era la 'medida ideal' de todas las cosas. El conocimiento de las partes, y su relación con el todo, está en la raíz de la belleza y de la virtud para los helenos. La belleza se define intelectualmente como «la armonía de las partes en el todo».
Estas ideas se plasmaron en la arquitectura y la escultura con la aplicación de los conceptos de 'orden arquitectónico' y 'canon de belleza', en ambos la belleza se concibe como proporción armónica entre las partes y el todo, sea de un edificio o del cuerpo.
El arte de la Antigua Grecia ha ejercido enorme influencia en la cultura de muchos países occidentales desde los tiempos antiguos hasta el presente, particularmente en la escultura y arquitectura, evolucionando y vinculándose con la sociedad de la época.
El arte del Imperio Romano deriva de los modelos griegos. En Oriente, las conquistas de Alejandro Magno iniciaron largas décadas de intercambio entre las culturas griega, hindú y asiática, resultando en el denominado arte Grecobudista, cuyas ramificaciones llegan incluso hasta Japón. El Renacimiento europeo se nutrió del ideal humanista y de los altos estándares técnicos del arte griego, inspirando a generaciones de artistas europeos.
La tradición clásica surgida de Grecia dominó periódicamente el arte del mundo occidental hasta finales del siglo XIX.
Estas ideas se plasmaron en la arquitectura y la escultura con la aplicación de los conceptos de 'orden arquitectónico' y 'canon de belleza', en ambos la belleza se concibe como proporción armónica entre las partes y el todo, sea de un edificio o del cuerpo.
El arte de la Antigua Grecia ha ejercido enorme influencia en la cultura de muchos países occidentales desde los tiempos antiguos hasta el presente, particularmente en la escultura y arquitectura, evolucionando y vinculándose con la sociedad de la época.
El arte del Imperio Romano deriva de los modelos griegos. En Oriente, las conquistas de Alejandro Magno iniciaron largas décadas de intercambio entre las culturas griega, hindú y asiática, resultando en el denominado arte Grecobudista, cuyas ramificaciones llegan incluso hasta Japón. El Renacimiento europeo se nutrió del ideal humanista y de los altos estándares técnicos del arte griego, inspirando a generaciones de artistas europeos.
La tradición clásica surgida de Grecia dominó periódicamente el arte del mundo occidental hasta finales del siglo XIX.