El museo esta compuesto por cinco salas. La Sala I estaba dedicada en vida de Sorolla a almacén de lienzos y taller funcional donde se le preparaban al pintor las telas, los bastidores y los marcos, acoge una interesante colección de pinturas de tipos populares.
La Sala II es la Antigua sala de exposición de sus obras en vida de Sorolla. Hoy día alberga una breve colección de los temas de playa que custodia el Museo. Podemos contemplar obras tan significativas como La bata rosa, que supone la culminación del pintor en esta temática.
La Sala III fue el estudio del pintor y en ella podemos apreciar importantes paisajes y retratos, así como la cama turca que utilizaba para descansar, sus pinceles o el último cuadro en el que trabajaba cuando sufrió la enfermedad que le impidió continuar con la pintura. El pintor pidió al arquitecto numerosas entradas de luz: además de la claraboya cenital y las ventanas, Sorolla hizo abrir otro gran ventanal, en el muro oeste, que hubo de ser cegado en 1930.
Como era habitual en los estudios de artistas de la época, Sorolla buscó un ambiente bohemio y recargado, tapizando las paredes de cuadros y llenando todo el espacio de muebles y objetos decorativos; para poder trabajar en distintas obras al mismo tiempo, tenía siempre varios caballetes repartidos por el estudio. Este ambiente original se ha mantenido en lo posible; se han dejado en la sala los tres grandes cuadros de playa que Sorolla siempre tuvo aquí, rodeados de una selección de retratos, jardines y notas de color. La foto que aparece en esta entrada pertenece a esta Sala III.
Como era habitual en los estudios de artistas de la época, Sorolla buscó un ambiente bohemio y recargado, tapizando las paredes de cuadros y llenando todo el espacio de muebles y objetos decorativos; para poder trabajar en distintas obras al mismo tiempo, tenía siempre varios caballetes repartidos por el estudio. Este ambiente original se ha mantenido en lo posible; se han dejado en la sala los tres grandes cuadros de playa que Sorolla siempre tuvo aquí, rodeados de una selección de retratos, jardines y notas de color. La foto que aparece en esta entrada pertenece a esta Sala III.
El salón o Hall es un ejemplo característico de un salón burgués de principios del siglo XX. Su decoración, muy ecléctica, recoge muebles populares españoles con italianos, franceses, fernandinos y de la época, como divanes y butacones. El comedor es el único ambiente levantino que posee el Museo. Sus fríos muros de mármol acogen el monumental friso pintado por Sorolla, donde grandes orlas vegetales potencian el retrato de su mujer y de sus dos hijas.