martes, 14 de julio de 2009

Miau,miau... no saben ná de ná

Cuando reclaman algo, generalmente comida, los gatos domésticos añaden a su ronroneo habitual un sonido de frecuencia más alta que evoca un maullido o una llamada de auxilio. Este "ronroneo de solicitación" desencadena en el humano un instinto paternal que permite a menudo al felino llegar a sus fines sin molestar a su dueño con un maullido en toda regla, según los investigadores.

La responsable de estos estudios, la doctora Karen McComb, de la universidad de Sussex (sur de Gran Bretaña), explicó que tuvo la idea de este estudio porque su propio gato, Pepo, la despertaba regularmente por las mañanas para reclamar comida. "Me preguntaba por qué ese ronroneo era tan desagradable y difícil de ignorar", explicó. "Hablando con otros dueños de gatos me di cuenta de que otros gatos manifestaban un comportamiento similar".

McComb probó las reacciones humanas a los dos tipos de ronroneo, el que manifestaba una simple satisfacción y el que "solicitaba" comida o atención. De hecho, la universidad de Sussex ha puesto en línea ejemplos de las dos categorías (http://www.sussex.ac.uk/newsandevents/index.php?id=1210).

"Cuando hemos hecho escuchar a humanos ronroneos de gatos que reclamaban comida al mismo volumen que ronroneos que no piden nada, incluso la gente que no tiene ninguna experiencia con los gatos consideró los ronroneos de solicitación más apremiantes y menos agradables", indica la autora del estudio, cuyas conclusiones están publicadas en la revista especializada Current Biology.

Aparentemente, esta astucia del ronroneo de desesperación funciona únicamente para los gatos que viven solos con un dueño. Los que viven en familias se ven obligados a recurrir a los viejos maullidos para expresar sus deseos, indica el estudio.