"¿Quién eres y qué haces aquí? " Ella le respondió : "Soy una buena hilandera. Pero mis padres no tienen nada que hilar y me han dejado aquí" . El Caballero rogó a la joven que le acompañara a su casa. Él tenía mucho lino que hilar. La joven se fue con el apuesto caballero. Al llegar este ordeno a sus sirvientes que encendieran la estufa para calentar la casa , que sirvieran la comida y que trajeran lino para hilar; pero la pobre muchachita no quiso ni comer ni beber. Y al quedarse sola, se echó a llorar amargamente. ¿Cómo iba a hilar aquel montón de lino si no tenía ni idea de por dónde empezar? ... (CONTINUARA)