Baldomero estuvo viajando durante ese tiempo entre su pueblo y la capital provinciana. Sus progresos fueron sorprendentes, acortando el tiempo de estudios pues el avance que mostraba, hacia innecesario alargar los cursos. En el conservatorio fue siempre un ejemplo de aplicación, siendo el protagonista de todos los actos festivos de aquel templo de la cultura musical.
La pensión era acogedora, los huéspedes pronto le tomaron cariño y estrecharon amistad con Baldomero, quien les animaba las tardes invernales con veladas al piano que habia en una salita y que decian que era de una hija de doña Engracia que esta en un balneario por culpa de una tuberculosis.
Carrascosa comenzó a ir a un café donde se reunian en alegre y disparatada tertulia bohemia, actores, poetas y hasta pintores, algunos, pocos, de cierto renombre.