sábado, 28 de noviembre de 2009

Múisica del "Clasicismo"

El clasicismo musical o período clásico comienza aproximadamente en 1750 y termina alrededor de 1820.

Música clásica se dice en general para todos los períodos de la música culta europea, pero las primeras composiciones llamadas clásicas fueron las de este período. En la música no se trató del redescubrimiento y copia de los clásicos del arte greco romano, los pocos restos de música griega y de tratados teóricos que quedaron no se consideran suficientes para conocer como era aquella música realmente. La música del clasicismo evoluciona hacia un extremo equilibrio entre armonía y melodía. Compositores muy famosos son Haydn, Mozart y el primer Beethoven (Beethoven supone un giro de tuerca en la evolución de la música tonal, yendo cada vez más lejos del llamado centro tonal. Es en este punto cuando empieza la época romántica en la historia de la música).


Contexto histórico
El absolutismo ha desembocado en el despotismo ilustrado, en el que los reyes y sus ministros introducen importantes mejoras en la cultura y las artes, aunque manteniendo la situación social del antiguo régimen. Los monarcas y los grandes señores poseen conjuntos instrumentales y protegen a los compositores mientras crece el público aficionado a los conciertos, incrementándose la demanda de músicos. La música clasicista está impregnada del humanismo ilustrado que quiere mostrarse elegante y agradable a todos, por lo que triunfa un melodismo externamente sencillo, pero que recoge un trabajo racional acorde con la filosofía del momento. Triunfa la música instrumental, después de unos siglos en los que progresivamente ha ido ganando terreno, y se impone el género profano por encima del religioso, fruto de la mentalidad laica del momento.

Los autores huyen de todo subjetivismo para mostrar, a través de la música, un sentimiento ajeno a ellos mismos. La dinámica general de las obras, aunque busca el movimiento, la expresión y el sentimiento, lo hace de una manera equilibrada y controlada por la forma. Por su parte, la ópera comienza a tener una gran aceptación en el público.

Los instrumentos en el Clasicismo Algunos instrumentos surgen en este periodo como el piano, el Arpeggione y el clarinete. Si bien la mayoría de los instrumentos sinfónicos ya existían desde el Barroco, muchos de ellos alcanzan la madurez en este periodo como el fagot, oboe y el contrabajo. Mientras surgen nuevos instrumentos y se desarrollan los que ya existían otros pierden vigencia casi hasta su extinción: viola da gamba, clavicordio, dulzaina, flauta dulce (volverá a renacer en el siglo XX), bajón, laúd, etc. El piano se impuso sobre el clave de tal forma que pasó a ocupar un lugar central en la música de cámara e incluso conciertos solistas. Esto se profundiza aún más en el Romanticismo.

La orquesta en el Clasicismo Este es un periodo clave también para la orquesta porque aquí se configura claramente la Orquesta Sinfónica como tal, por influencias mayormente de Mozart y Haydn. De la orquesta de cámara heredada del barroco se mantiene la sección de cuerdas, aunque esta es ampliada en número. Se abandona la practica del bajo continuo, por lo tanto desaparece el instrumento de teclado que solía ser clavicordio. Y lo más importante: queda claramente establecida la sección de vientos de madera a 2. Esto quiere decir: 2 flautas traveseras, 2 oboes, 2 clarinetes y 2 fagotes. Además se usaban 2 trompetas, entre 2 y 4 trompas y ocasionalmente 1 trombón.


L'orchestre de l'opéra, cuadro de Edgar Degas, 1870 Desarrollo de la música clasica [editar]Una de las figuras decisivas en la transición del barroco al Clasicismo musical fue el compositor italiano Domenico Scarlatti. El estilo de sus obras era más cercano al Clasicismo porque utilizaba estructuras claras, y melodías con acompañamientos cada vez más comprensibles para el oyente. Otro compositor influyente fue Christoph Willibald Gluck, quien restandole importancia a la improvisación de ornamentos, se focalizó en los puntos de modulación y transición. La fase entre el Barroco y el Clasicismo fue llamada de varias maneras como Rococó o estilo galante, pero se caracterizó en el paso de la textura de polifonía compleja a melodías claras con acompañamientos sencillos y la creación de estructuras formales bien definidas.

1750 a 1775 Para la década de 1750 los géneros instrumentales como sinfonía y concierto habían ganado la suficiente fuerza como para ser interpretados independientemente de la música vocal y tenían gran aceptación en las cortes. El compositor del momento era Joseph Haydn. Además de escribir sinfonías de estructura claramente clásicas, escribió sonatas para pianoforte, el nuevo instrumento de teclado que estaba surgiendo y permitía mayores capacidades expresivas. Fue considerado también el "padre del cuarteto de cuerdas", probablemente porque sus obras para esta formación son de gran refinamiento melódico y armónico. Esto contribuyó para que el cuarteto quede establecido hasta nuestros días.

1775 a 1790 Un joven compositor comienza a revolucionar la ópera y el concierto; Wolfgang Amadeus Mozart. Aunque se basó en los aportes de Haydn, Mozart prefería melodías más cantables, al estilo italiano. Además en sus obras se aprecian más cromatismos y otras modificaciones armónicas. En cuanto a la instrumentación, utiliza más variedad de instrumentos, en ricas combinaciones tímbricas. En la década de 1780 surge Muzio Clementi y adquiere prestigio con sus sonatas y estudios para piano. Este compositor incentivó la extensión de la tesitura del instrumento, entre otras modificaciones que brindaron nuevas posibilidades.

Beethoven y el paso al Romanticismo Durante el Clasicismo la vida musical sufrió numerosos cambios; se empezó a editar y publicar partituras, los músicos hacían giras y la notación musical se volvió cada vez más específica. Una nueva generación de compositores formada por Johann Nepomuk Hummel, Luigi Cherubini y Ludwig von Beethoven comenzaron a cobrar importancia. Complejizaron cada vez más la sección de desarrollo y el piano ocupo un lugar central en sus obras. También se complejizaron los acompañamientos para crear texturas más ricas y la armonía se volvió más flexible y elaborada. Beethoven fue el que produjo los cambios más profundos en el estilo y por ello es considerado la transición hacia el periodo romántico. Sus principales aportes fueron las innovaciones armónicas, como el uso de cuartas y quintas, y la búsqueda de una mayor expresividad. También fue un pionero en cuanto a la orquestación de sus sinfonías, ya que utilizó muchos instrumentos que no formaban parte de la orquesta y esto impulsó la ampliación de la misma.

Características estilísticas En cuanto a la armonía no se producen cambios significativos porque las principales reglas armónicas ya venían establecidas del periodo anterior. Pero si podemos observar grandes cambios de textura; se utiliza un estilo mas puro y equilibrado, generalmente melodía acompañada y en ocasiones homofonía o polifonía vertical. Surge y se impone el bajo albertino (forma de acompañamiento en donde se van desplegando acordes). Esto sucede en oposición al estilo barroco de sobrecargado estilo imitativo, que produjo complejas fugas y canones. Recordemos que el ideal clásico es equilibrio y armonía. Cada vez se utilizan más variedad de dinámicas y articulaciones, gracias al desarrollo de los instrumentos. Las melodías se vuelven cantabiles y la forma musical adquiere particular importancia. Es en este periodo cuando se definen claramente las estructuras en las que se basa la música culta occidental casi hasta nuestros días; la sonata, la sinfonía y el concierto clásico.

Las formas del Clasicismo En este periodo se establecen las estructuras que rigen a las principales formas. Entre estas se destaca la llamada forma sonata que luego se implementó en la mayoría de los géneros del momento.

La sonata
Tiene tres o cuatro movimientos. En el primer movimiento se sigue un esquema con tres partes, primero una exposición en la que el compositor nos presenta dos temas, uno enérgico y otro más melódico. En segundo lugar, el desarrollo en el que se establece una lucha entre los dos temas. Finalmente la reexposición, en la que la tensión armónica se resuelve al volver a escucharse los temas iniciales. El segundo movimiento, lento, suele ser un tema más melodioso, utilizándose un lied, con forma ternaria y lírico. El tercer movimiento tiene un carácter más desenfadado, generalmente en forma de minuetto, danza de origen francés.(Scherzos tratándose de Beethoven). En el cuarto movimiento se adopta casi siempre la forma del rondó; alterna secciones fijas con variables. La sonata propiamente dicha está escrita para un solo instrumento o bien para un pequeño conjunto de dúos, tríos. La forma sonata, si es para una agrupación de cámara, puede ser un cuarteto, quinteto, etc. Si es para una orquesta, recibe el nombre de sinfonía, y si es orquestal pero con un solista, concierto.

La ópera
En el siglo XVIII se había convertido en un fastuoso espectáculo de la corte, a través del cual los monarcas y los aristócratas exhibían su esplendor. Los temas se referían a la mitología y representaban grandes tragedias lírico-heroicas, montadas con gran aparatosidad, la ópera seria. Por el contrario, las clases sociales menos favorecidas contaban con su propio teatro musical, pequeñas actuaciones satírico-burlescas, la ópera buffa. De breve duración, su argumento es muy simple, recurre a la expresión directa en lenguaje coloquial y se sirve de dos o tres personajes solamente, reduciendo al máximo los elementos musicales, en los que desde luego están ausente los coros y cobra la mayor importancia la melodía popular de fácil construcción.

Otras formas musicales Otras formas musicales de importancia en el Clasicismo fueron: Sinfonía, Concierto, Tema con variaciones, Cuarteto de cuerdas y quinteto de vientos.

Compositores Austria Franz Joseph Haydn (1732-1809)
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Franz Schubert (1797-1828)
Johann Georg Albrechtsberger (1736-1809)
Carl Ditters von Dittersdorf (1739-1799)
Georg Druschetzky (1745-1819)
Joseph Leopold Eybler (1765-1846)
Michael Haydn (1737-1806)
Georg Monn (1717-1750)
Maria Anna Mozart (1751-1829)
Ignace Joseph Pleyel (1757-1831)
Franz Xaver Süssmayr (1766-1803)
Leopold Mozart (1719-1787)
Alemania Carl Philipp Emmanuel Bach (1714-1788)
Johann Christian Bach (1735-1782)
Ludwig van Beethoven (1770-1827) (primer y segundo periodo)
Christoph Gluck (1714-1787)
Carl Stamitz (1745-1801)
Franz Danzi (1763-1826)
Karl Friedrich Abel (1723-1787)
Johann Christoph Friedrich Bach (1732-1795)
Johann Elias Bach (1705-1755)
Johann Ernst Bach (1722-1777)
Johann Michael Bach (1745-1820)
Wilhelm Friedemann Bach (1710-1784)
Wilhelm Friedrich Ernst Bach (1759-1845)
Federico II el Grande (1712-1786)
Georg Friedrich Fuchs (1752-1821)
Johann Ludwig Krebs (1713-1780)
Friedrich Kuhlau (1786-1832)
Ludwig August Lebrun (1752-1790)
Christian Gottlob Neefe (1748-1798)
Ferdinand Ries (1784-1838)
Johann Heinrich Rolle (1716-1785)
Johann Peter Salomon (1745-1815)
Johann Schobert (¿1720?-1767)
Italia Domenico Dragonetti (1763-1846)
Andrea Luchesi (1741-1801)
Luigi Boccherini (1743-1805)
Luigi Cherubini (1760-1842)
Antonio Salieri (1750-1825)
Muzio Clementi (1752-1832)
Ferdinando Carulli (1770-1841)
Niccoló Paganini (1782-1840)
España Carles Baguer (1768-1808)
Ramon Carnicer (1789-1855)
Juan Crisóstomo de Arriaga (1806-1826)
Eslovaquia [editar]Johann Kaspar Mertz (1806-1856)