La música del periodo barroco es el estilo musical, relacionado con la época cultural europea homónima, que abarca desde el nacimiento de la ópera en el siglo XVII (aproximadamente en 1600) hasta la mitad del siglo XVIII (aproximadamente hasta la muerte de Johann Sebastian Bach, en 1750).
Se trata de una de las épocas musicales más largas, fecundas, revolucionarias e importantes de la música occidental, así como la más influyente. Su característica más notoria es probablemente el uso del bajo continuo y el desarrollo de la armonía tonal, que la diferencia profundamente de los anteriores géneros modales.
Origen del término
El término barroco se tomó de la arquitectura (donde designaba algo «retorcido», una construcción «pesada, elaborada, envuelta», siendo el significado original del término un lusismo que describía una perla deformada o joya falsa). En el siglo XVIII se usó en sentido peyorativo para describir las características del género musical del siglo anterior, que se consideraba «tosco, extraño, áspero y anticuado».
Características
El estilo hoy llamado "barroco" se caracteriza estéticamente por la preeminencia de lo emocional sobre lo racional, por el género vocal recitativo, en el cual el ritmo de la palabra determina el discurso melódico -donde "la música ha de ser sirviente de la poesía"- y por un auge de la música instrumental pura, es decir, sin relación con consideraciones ideológicas que se deriven de un texto, o funcionales como en el caso de la música de danza.
En esta época se desarrollan la sonata, el concerto grosso y el ballet francés.
A diferencia de épocas anteriores, la música sacra y la música profana conviven armoniosamente, formando parte de la profesión musical. La mayor permisividad estética lleva a que la interpretación musical tienda a enriquecer las partes mediante una profusión de ornamentos y recursos expresivos. Una característica importante fue que los detalles del arte en el Barroco no se aplicaron a la música. Se buscó en un principio desechar las complicadas líneas melódicas de la polifonía renacentista para dar lugar a la homofonía (más tarde la polifonía recuperará con Bach todo el esplendor que la había caracterizado), dando de esta manera más fortaleza y protagonismo al texto, pues la música giraba en torno a una sola melodía bien formada y acompañada por acordes, para que fuera "entendible" el texto. Esto fue debido en gran parte a la corriente humanista.
Tienen gran importancia la teoría de los afectos, que considera a la música como creadora de emociones, y la retórica, que transfiere conceptos de la oratoria tradicional a la composición del discurso musical del Barroco.
El Barroco temprano (1600-1650)
Este período es conocido como el Seicento; alrededor del año 1600 se destaca en la historia de la música un compositor de inusual talento, Claudio Monteverdi. Fue un maestro de los dos géneros entonces preponderantes: la prima prattica o el polifónico género madrigal y la seconda prattica o recitativo de la música vocal solista. Compuso una de sus obras más famosas, el "Lamento d'Arianna", tanto en versión polifónica como en versión para solista y bajo continuo.
La seconda prattica, un subgénero de monodia acompañada, esto es, una o varias voces solistas y bajo continuo, caracteriza la música de este período.
El Barroco medio (1650-1700)
El Barroco medio es el lapso comprendido entre 1650 y 1700; en él sobresalieron el compositor inglés Henry Purcell (1659 - 1695) y su contemporáneo alemán Johann Pachelbel (1653 - 1706).
El Barroco tardío (1700-1750)
El Barroco tardío va entre 1700 y 1750 (aproximadamente) y sus compositores característicos son: en España Domenico Scarlatti, en Italia Antonio Vivaldi, en Inglaterra Georg Friedrich Händel, en Alemania Johann Sebastian Bach y en Francia Jean Philippe Rameau.
La transición al Clasicismo (1740-1770)
A finales del Barroco hay varias tendencias estéticas: el galante francés desde 1730, el desarrollo en Italia de la ópera buffa, la sonata y la sinfonía y el Rococó; ello conforman una suerte de preclasicismo.
Carl Philipp Emanuel Bach (1714-88), uno de los hijos de Johann Sebastian, es considerado el padre de la sonata clásica.
El auge de la música instrumental
La música instrumental, que en la época anterior dio el primer asomo en la música académica, tiene un auge sin precedentes en los siglos XVII-XVIII; por primera vez en la historia, la música vocal e instrumental están en plena igualdad. La música instrumental alcanzó su primera madurez, hay un gran florecimiento en géneros, técnicas, intérpretes y compositores que se acercaban a un profundo conocimiento de los instrumentos.
El cultivo de la música puramente instrumental llevó a un importante desarrollo de la técnica, al servicio de una fuerte expresión emocional. Se destacó el caso del violinista Arcangelo Corelli quien, según el testimonio de François Raguenet, cuando tocaba en público "perdía el dominio de sí mismo", tenía los ojos enrojecidos y, pese a todo esto, lograba expresarse a la perfección.
Sonata, Cantata, Toccata
La sonata barroca —que no debe ser confundida con la sonata clásica de forma sonata— denota una composición para uno o dos instrumentos de cuerda o viento y bajo continuo, dividida en tres o cuatro movimientos de carácter contrastante, habitualmente allegro-adagio-allegro (sonata da camera) o adagio-allegro-adagio-allegro (sonata da chiesa). La alternativa contrastante de movimientos sucesivos es herencia de la suite o serie de movimientos de danza, que habitualmente alternaban una danza baja o de paso, más lenta —como la pavana— con otra alta o de salto, más rápida —como la gallarda.
De un modo equivalente a la sonata, la cantata es una composición para canto solista y bajo continuo, cuya estructura habitual es recitativo-aria da capo. El equivalente en la música para instrumentos de teclado es la toccata.
El Barroco fue una época de esplendor para muchos instrumentos, como por ejemplo el violín, el clavecín y el órgano, se cultivó intensamente la música de cámara para grupos instrumentales con acompañamiento de bajo continuo.
También aparecen intérpretes virtuosos que por su gran destreza técnica explotan al máximo el instrumento, como Johann Sebastian Bach y Dietrich Buxtehude en el caso del órgano; Domenico Scarlatti, Jean Philipe Rameau y François Couperin al clavecín; Gottfried Reiche (1660-1734) a la trompeta; y Antonio Vivaldi, Arcangelo Corelli y Giuseppe Torelli en el violín.
La Triosonata o sonata en trío
La heredera del género polifónico renacentista y la principal forma de cámara del Barroco es una sonata para dos instrumentos agudos (frecuentemente violines), uno bajo, y el continuo, (el clavecín en la sonata da camera y el órgano en la sonata da chiesa) que era el encargado de completar las armonías, de modo que la triosonata requiere cuatro ejecutantes, pues la línea del bajo era interpretada por la viola de gamba, el bajón o un instrumento similar y el continuo doblaba esta línea y realizaba el "relleno armónico". Se destacan las obras de Corelli, Pergolesi, Sammartini, Händel, Buxtehude y Bach.
El concerto grosso
A mediados del siglo XVII se convierte en el género instrumental más típico de la época. A diferencia de la música de cámara, cada parte es ejecutada por más de un instrumento, como ocurre típicamente en la orquesta. La ejecución a tutti alterna con pasajes a soli a la manera de la triosonata.
Importantes centros del género instrumental concertante son Módena, Bolonia y Venecia.
La época dorada del clavecín, la viola da gamba y el órgano
En esta época, el clavecín, el órgano, la viola da gamba y el laúd vivieron su gran época dorada a nivel técnico, interpretativo y compositivo. La etapa final del Barroco (1700-1750) será el cenit y el ocaso del clavecín y la viola da gamba que en la segunda mitad del siglo XVIII caerán en el olvido y quedarán totalmente relegados, ya en la época clásica, por sus descendientes, el violín, el violonchelo y el pianoforte.
El laúd, el instrumento renacentista por excelencia, cayó en el olvido ya por 1690-1700, desplazado por la guitarra y el clavecín. El órgano subsistirá pero ya no con el auge anterior.
El órgano
El órgano tuvo ilustres exponentes en toda Europa en el principio del período, donde su música empieza a conocer su edad dorada por su destacable calidad.
En la primera mitad del siglo XVII, los compositores más destacados son:
Jan Pieterszoon Sweelinck en Holanda
Girolamo Frescobaldi en Italia
Samuel Schein H. Schiedermann en Alemania
Correa de Arauxo en España y
Jean Titelouze (1563-1633) en Francia.
Hacia 1650, el órgano entra en decadencia en Italia y en los Países Bajos, donde el instrumento no conocerá más compositores de talla internacional.
En la segunda mitad del siglo XVII, los compositores más destacados son: Dietrich Buxtehude (1632-1707), que es el más notable en esta generación, Johann Pachelbel (1653-1705) Georg Böhm (1661-1733) Johann Caspar Ferdinand Fischer (c. 1665-1746) y J. A. Reincken (1623-1722) en Alemania François Couperin (1668-1733) en Francia Henry Purcell (1659-95) en Inglaterra, y Juan Cabanilles (1640-1712) en España.
A partir de 1710-20, el órgano también entra en decadencia en Francia, por lo que en la última etapa del Barroco no habrá en ese país ningún compositor notable.
En la primera mitad del siglo XVIII, la última etapa del Barroco, el órgano vivirá su máximo esplendor en Alemania para después iniciar su decadencia a partir de 1750 a nivel general. En Alemania J. S. Bach (1685-1750) representa el máximo apogeo del órgano barroco, donde la Toccata y fuga en re menor BWV 565 (1708) es la más famosa y conocida obra para este instrumento.
Son notables Antonio Soler (1728-83) en España y en Inglaterra, desde 1712 G.F. Händel (1685-1759), William Boyce y Cristan Arne, los tres por el concierto para órgano solista y cuerda.
El clavecín
Artículo principal: clave
Jean Philippe Rameau, François Couperin, Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel y Domenico Scarlatti son los más destacables en el ámbito del clavecín de la primera mitad del siglo XVIII, donde representan el máximo apogeo de la música clavecinística barroca.
Rameau y Couperin son los más altos exponentes de la escuela francesa. Cabe mencionar los 4 libros de órdenes (1713, 1717, 1722 y 1730) de Couperin y los libros de suites (1706, 1724 y 1728) de Rameau, que es la cumbre de la música barroca francesa para teclado.
Domenico Scarlatti es el más destacado representante de la música italo-española para teclado, en especial por sus 555 sonatas, compuestas en la Península Ibérica, que exprimen las posibilidades del instrumento creando una obra variada, rica y compleja que destaca por el alcance de la modulación y un cromatismo que se percibe en las tonalidades y ritmos, influidos por la música popular española.
El alemán Händel es el máximo exponente del Barroco inglés para teclado. Destacan entre su obra las 8 grandes Suites (1720), una de las cumbres de la suite para teclado.
J. S. Bach es quizá el compositor más destacado de todo el período, donde sus obras El clave bien temperado (BWV 846-893), las Variaciones Goldberg BWV 988 y El arte de la fuga son un antes y un después de la música de teclado en general y la cima de la literatura clavecinística barroca. Bach, aunque en su época no fue muy reconocido, dejó tras de sí un gran repertorio de preludios con fugas de suma importancia.
Los compositores
Italia
Giovanni Gabrieli (1555-1612) es el principal exponente del Barroco temprano. Su música contiene ya los estilos esenciales de la nueva época estética.
Claudio Monteverdi (1567-1641) es el primer gran compositor del Barroco que inauguró este nuevo género en Italia y Europa. Girolamo Frescobaldi (1578-1643) tuvo gran importancia en el desarrollo de la música para teclado, en particular por sus Toccatas para clavecín. A mediados de siglo, sobresale Giovanni Legrenzi(1626-1690).
Arcangelo Corelli (1658-1711), Giuseppe Torelli y Alessandro Scarlatti (1660-1725) son los que dominan la escena nacional de la segunda mitad del siglo XVII hasta principios del siglo XVIII.
Ya en la primera mitad del siglo XVIII, Antonio Vivaldi (1678-1741), Tomaso Albinoni (1671-1751), Domenico Scarlatti (1685-1757) y Giuseppe Tartini (1692-1770) son los que más sobresalen, representando la cumbre y el ocaso barroco de su país.
Alemania
La obra de Bach está considerada la cumbre de la música barroca, cuyas "Pasión según San Mateo" y el "Clave bien temperado" son cimas de la música occidental.El Barroco alemán empezó con la figura de Heinrich Schütz (1585-1672), llamado el padre de la música alemana, el más notable en la primera mitad del siglo XVII alemán. Johann Hermann Schein (1586-1630), Samuel Scheidt (1587-1654) y Michael Praetorius (1571-1621), contemporáneos de Heinrich Schütz, también son bastante notables en esta época.
En la segunda mitad del siglo XVII, Dietrich Buxtehude (1637-1707) es el más sobresaliente, siendo en 1705 visitado por un joven Bach. Johann Pachelbel (1653-1706), Johann Jakob Froberger (1616-67) y Georg Muffat (1653-1704) destacan asimismo.
Al cabo entre los siglos XVII y XVIII, Johann Kuhnau (1660-1722), Johann Joseph Fux (1660-1741), Johann Caspar Ferdinand Fischer (c. 1665-1746) y Georg Böhm (1661-1733) son los más prominentes.
El Barroco alemán, y en general, culminó y dio su máxima madurez, esplendor y cenit en la primera mitad del siglo XVIII con uno de los compositores más importantes de la música universal, Johann Sebastian Bach (1685-1750), que agotó todas las posibilidades de la música barroca. Su obra es la cumbre y ocaso de la música barroca, y marca el fin del periodo en Alemania y en Europa.
Reinhard Keiser (1674-1739), Johann Mattheson (1681-1764), Johann Adolph Hasse (1699-1783) y Carl Heinrich Graun (1703-59) junto con un joven Händel (1685-1759) -hasta que en 1712 se fue a Inglaterra- son los más destacables junto con Bach.
Georg Philipp Telemann (1681-1767), junto con Bach, es el músico más importante del Barroco tardío alemán, y marca igualmente el inicio de la transición de la música barroca hacia la música clásica de la segunda mitad del siglo XVIII en su país.
Inglaterra
En Inglaterra el Barroco tarda en desarrollarse hasta la restauración de 1660, siendo John Blow (1649-1708) y su alumno Henry Purcell (1659-95) los más destacados e influyentes en la segunda mitad del siglo XVII.
En la primera mitad del siglo XVIII, Georg Friedrich Händel (1685-1759), desde su llegada en 1712 al país, es el más importante, destacado e influyente, siendo la cumbre del Barroco inglés y, junto con Bach, el más importante del Barroco tardío.
Después de Händel, y ya siendo el ocaso nacional, a mediados del siglo XVIII destacan Thomas Augustine Arne (1710-78) y William Boyce (1711-79) poniendo el punto final al Barroco inglés.
Francia
El género se consolida con Jean-Baptiste Lully (1632-87), un italiano de nacimiento, que introduce la ópera en Francia, siendo el más importante compositor nacional del siglo XVII en ese país. También sobresale en el mismo siglo Marc Antoine Charpentier (1640-1703), siendo el máximo rival de Lully.
Al cabo de los siglos XVII y XVIII, François Couperin (1668-1733) es el más importante, siendo una de las cumbres del Barroco francés. Louis Marchand (1669-1732) también destaca, teniendo en 1717 un duelo musical con Bach.
Jean-Philippe Rameau (1683-1764) es, junto con Couperin, la cumbre barroca nacional y el cenit del género francés barroco en la primera mitad del siglo XVIII, siendo en los últimos años testigo del cambio del Barroco al Clasicismo en su país.
España
En España sobresalieron Gaspar Sanz, Juan Cabanilles, Antonio de Literes, el Padre Soler, Juan Hidalgo, Sebastián Durón, José Marín, José de Nebra, Francisco Corselli, José de Torres, Jaime Facco, Joaquín García y Tomás de Torrejón y Velasco
Por entonces vivieron en España, donde compusieron la mayor parte de sus obras, los italianos Domenico Scarlatti y Luigi Boccherini.
En las colonias españolas en América también hubo actividad musical, con compositores -como el milanés Roque Ceruti-, cantantes, instrumentistas. Mucha de esta música aún se conserva y ejecuta.
Los géneros y las formas
En los géneros del Barroco ya se percata una clara división en géneros instrumentales y géneros vocales. En el Barroco, gracias al auge de la música instrumental, los géneros instrumentales alcanzan su madurez y se crean los primeros grandes géneros instrumentales: la sonata, el concierto y la suite.
En el ámbito de los géneros vocales, junto con los géneros antiguos del motete y la misa, se crean tres importantes géneros que darán una época dorada a los géneros vocales: La cantata, la ópera y el oratorio, siendo la ópera el género vocal nuevo más importante del Barroco y uno de los de la música académica.
Los géneros vocales
La ópera
Artículo principal: Ópera
Las corrientes humanistas buscaban una renovación del antiguo teatro griego, en particular el grupo conocido como camerata florentina, basándose al mismo tiempo en formas musicales recientes, como el drama litúrgico, el drama pastoral, las comedias madrigalescas con figuras de la commedia dell'arte y los intermezzi teatrales.
Les interesaba sobre todo la antigua monodia helénica con acompañamiento de kithara. Vincenzo Galilei, padre de Galileo el astrónomo, escribió en 1581 un tratado contra el género musical polifónico neerlandés bajo el título Dialogo della Musica Antica e della Moderna.
Los géneros musicales recitativo, espressivo y representativo llevan a nuevas libertades en los medios sonoros empleados en las composiciones - disonancias y modulaciones.
Entre las primeras óperas conservadas se cuentan Dafne de Jacopo Peri, cuyo tema fue tomado de las Metamorfosis de Ovidio, Eurídice de Giulio Caccini y Orfeo de Claudio Monteverdi.
El motete
El motete es una forma musical ya marginal en el Barroco. La denominación se reserva para ciertas composiciones religiosas corales escritas a varias voces iguales, frecuentemente en un estilo obsoleto. En el siglo XVII mantuvo cierta vigencia en Alemania e Italia, y en el XVIII aún se usaba a veces la palabra para designar algunas cantatas de estilo concertante.
La cantata
La asunción de la monodia, el recitativo y el estilo concertante por la música de iglesia dio lugar a una nueva forma musical, la cantata, obra de uso litúrgico que intercalaba sinfonías instrumentales, recitativos, arias y coros. Se escribieron también cantatas profanas de cámara.
Los géneros instrumentales
La sonata
Artículo principal: Sonata
Obra instrumental de cámara escrita para uno o dos instrumentos melódicos (violín, flauta travesera, oboe...) y bajo continuo. Derivó de la canzona del Barroco Temprano. Entre los más célebres autores de sonatas están Corelli, Vivaldi y Bach.
A mediados del siglo XVIII la palabra designa también obras para tecla, tales como las más de quinientas sonatas para clave de Domenico Scarlatti.
Preludios, tocatas, fantasías y fugas
Artículo principal: Toccata
Artículo principal: Preludio
Artículo principal: Fantasía (música)
Artículo principal: Fuga
Por regla general, si hay preludio, detrás va una fuga. Los preludios son piezas de dos o tres páginas con una dosis de técnica. Son piezas expresivas, cargadas y con libre interpretación, ya que los trinos y los ornamentos son libres (los crea el propio ejecutante, sin que estén escritos). Las fugas suelen ser a 2, 3, 4 ó 5 voces. Una fuga a dos voces significa que hay una voz con una célula (uno o dos compases) que crea un motivo (una melodía) y al cabo de un tiempo la otra voz lo imita. Una vez imitado, transpone (cambia de tonalidad), hace alguna variación o crea unas falsas repeticiones conocidas como puentes o colas (repetición de la célula sin hacer el motivo completo, sino que simplemente se repite la célula para cambiar, en la mayoría de los casos, de tonalidad). Si una fuga es a tres voces, pasa lo mismo, pero el motivo debe de repetirse tres veces (en voces distintas) y así sucesivamente (si es a cuatro voces, cuatro veces se verá el motivo...).
La suite
Artículo principal: suite
Una suite es un conjunto de movimientos o piezas de danza agrupados.
La suite habitualmente tenía seis partes:
Allemande: danza alemana de compás cuaternario y tempo moderado.
Courante: movimiento que generalmente es un poco más rápido que el anterior, de compás ternario y frecuentes hemiolias.
Zarabanda: danza lenta de compás ternario que acentúa característicamente su segundo pulso, de origen español.
Giga: danza rápida en diversos compases de subdivisión ternaria, de origen irlandés.
Minué: obra parecida a un vals. La suite suele contener dos minués emparejados.
Rondó: pequeña obra basada en la repetición de un tema (A), con intrusiones de (B, C, D, etc.).
Dentro de la suite, la música es digna, aristocrática, vigorosamente rítmica y melódicamente rica, con esa reunión de variedad y decoro de encanto italiano y gravedad teutónica, tan característica de esta época en Alemania.
Obras destacadas del Barroco
Obras destacadas del Barroco Año Obra Compositor
1607 Orfeo (ópera) Claudio Monteverdi
1635 Fiori musicali Girolamo Frescobaldi
16-- Daniele Giacomo Carissimi
1640 Selva morale e spirituale Claudio Monteverdi
1629-44 Symphoniae Sacrae Heinrich Schütz
1666 Pasión según san Mateo Heinrich Schütz
1685 Roland Jean-Baptiste Lully
1689 Dido y Eneas Henry Purcell
1699 Hexacordum apollinis Johann Pachelbel
1700 Sonatas para violín y bajo continuo op. 5 Arcangelo Corelli
1680 c. Canon Johann Pachelbel
1717 Música acuática Georg Friedrich Händel
1722 Conciertos de Brandenburgo Johann Sebastian Bach
1722-44 El clave bien temperado Johann Sebastian Bach
1724 Giulio Cesare Georg Friedrich Händel
1725 Las cuatro estaciones Antonio Vivaldi
1727 Pasión según San Mateo Johann Sebastian Bach
1706-28 3 libros de suites Jean-Philippe Rameau
1713-30 4 libros de órdenes François Couperin
1733 Música para la mesa Georg Philipp Telemann
1742 El Mesías Georg Friedrich Händel
1749 Música para los reales fuegos de artificio Georg Friedrich Händel
1749-50 El arte de la fuga Johann Sebastian Bach
1762 El juicio final Georg Philipp Telemann
Intérpretes contemporáneos de música barroca
En la actualidad la música barroca es interpretada por un gran número de conjuntos musicales en todo el mundo, incluyendo aquellas que ejecutan una amplia variedad de música clásica; existen, sin embargo, conjuntos que se han especializado en música de este periodo, entre los que destacan Ars Antiqua (Austria), Ars Rediviva (República Checa), Collegium Musicum Den Haag (Holanda), Les Cyclopes (Francia), Florilegium early music ensemble (Inglaterra), Fretwork (Inglaterra), Hannoversche Hofkapelle (Alemania), The Harp Consort (varios países), Hilliard Ensemble (Inglaterra), Il Giardino Armonico (Italia), L'Arpeggiata (Europa), Les Muffatti (Bélgica), Musica Antiqua Köln (Alemania), Oni Wytars (varios países), Phantasm (Inglaterra), Red Priest (Inglaterra), Respectable Groove (Inglaterra), Rose Consort of Viols (Inglaterra), Salomon Quartet y Sarband (Alemania), entre otros.
Una de las principales características de estos grupos es que buscan rescatar estilos de interpretación e instrumentos propios de la época barroca. Utilizan afinaciones distintas a las empleadas por las orquestas sinfónicas actuales, así como tempos y ritmos poco ortodoxos (de acuerdo al canon que ha imperado desde finales del S. XIX en Occidente).