lunes, 30 de noviembre de 2009

Música clásica contemporánea

En el contexto de la música clásica europea, la música contemporánea es la que se ha escrito en los últimos cincuenta años, particularmente después de los años sesenta. En un sentido más amplio, música contemporánea sería cualquier música que se escribe en el presente. Es materia de un arduo debate si el término se debería aplicar a música de cualquier estilo, o si se le aplica exclusivamente a los compositores de música de vanguardia, o música «moderna».

Se ha utilizado el término «contemporáneo» como sinónimo de «moderno», particularmente en medios académicos, mientras que otros son más restrictivos y se lo aplican sólo a los compositores que están vivos y a sus obras. Ya que es una palabra que describe un marco de tiempo más que a un estilo o idea unificadora en particular, no existe un acuerdo universal acerca de cómo hacer estas distinciones.

Existen numerosos festivales dedicados a la música contemporánea, entre ellos el Donaueschingen, el Huddersfield Contemporary Music Festival o, en España, el Ciclo de Música Contemporánea de Málaga.

Podemos encontrar música contemporánea en las bandas sonoras de películas y música incidental, como El tigre y el dragón de Tan Dun, Las horas de Philip Glass, El Señor de los anillos de Howard Shore y el tema de la campaña publicitaria de De Beers de Karl Jenkins.




Historia .A comienzos del siglo XX la música contemporánea incluía el serialismo dodecafónico, la atonalidad, un mayor número de disonancias sin resolución, la complejidad rítmica y la música del neoclasicismo. La música contemporánea de los años cincuenta en general implicaba alguna forma de serialismo; en los años sesenta, serialismo, indeterminación, y música electrónica, incluyendo música por computadoras, arte mixto, performance y el grupo Fluxus; y desde entonces, música minimalista, posminimalista y todas las anteriores.

La ms partituras por Internet. Es demasiado pronto aún para decir cuál será el resultado final del efecto que tendrá esta ola de computerización sobre la música.

Toda historia es provisional, y la historia contemporánea lo es aún más, debido a los bien conocidos problemas de diseminación y poder social. Quiénes están «arriba» y quiénes «abajo» es, a menudo, más importante que la música misma. En una era que quizá tenga, por ejemplo, no menos de 40.000 compositores de música orquestal sólo en EE. UU, los estrenos son difíciles, y las reposiciones de obras aún más. La lección de desconocidos compositores del pasado que se hacen famosos después se aplica doblemente a los compositores contemporáneos, donde posiblemente habrá «primeros» anteriores a la lista oficial de los primeros compositores de un estilo, y sus obras serán posteriormente admiradas como ejemplos de esos estilos, aunque en su tiempo no sean reconocidas como tales.

Movimientos en la música contemporánea .Muchas de las figuras claves del Movimiento Moderno están vivas aún o han fallecido recientemente, y en la actualidad existe un núcleo de compositores, intérpretes y aficionados extremadamente activos que continúan llevando las ideas y formas del modernismo. Elliott Carter, por ejemplo, está activo aún, al igual que Lukas Foss. Si bien grandes escuelas de composición moderna, como la del serialismo, no son ya el centro de la discusión teórica, el período contemporáneo está iniciando el proceso de ordenación del conjunto de elementos del modernismo en busca de obras suficientemente valiosas para ser incluidas en los repertorios.

El modernismo también se encuentra en la superficie o en obras de un gran número de compositores, ya que la atonalidad ha perdido mucha de su habilidad para aterrorizar a los auditorios, y puesto que hasta la música de películas utiliza secciones de música claramente enraizadas en el lenguaje de la música modernista. La lista de compositores modernistas activos incluye a Thomas Adès, Harrison Birtwistle, Alexander Goehr, Magnus Lindberg, Gunther Schuller y Judith Weir.

Postmodernismo .El postmodernismo es una influencia fuerte en la música contemporánea. Un crítico señaló que una manera fácil de encontrar «postmodernismo» es buscar la palabra «nuevo» o los prefijos neo- o pos- en el nombre de algún movimiento. Sin embargo, en una era de los medios, de las presentaciones sistemáticas, y las relaciones de poder siguen siendo la realidad dominante para la mayoría de las personas nacidas en las principales naciones industrializadas, el postmodernismo parece mantenerse como el modo más común de la expresión artística.

Poopies .Poliestilismo es el uso de múltiples estilos o técnicas musicales, y es considerado una característica posmoderna. Compositores poliestilísticos son, por ejemplo, Valentin Silvestrov, Lera Auerbach, William Bolcom, Sofia Gubaidulina, Alfred Schnittke, Dmitri Silnitsky, George Rochberg, Magaly Ruiz, Frederic Rzewski, Ezequiel Viñao, Frank Zappa y John Zorn.

Conceptualismo .Cuando Marcel Duchamp colocó un urinario en un museo de arte, produjo el golpe más visible del arte conceptual. Una obra conceptual es un acto cuya importancia musical se obtiene del marco más que del contenido de la obra. La música conceptual encontró a su mejor representante en John Cage. Un ejemplo puede ser la obra 4’ 33” (John Cage, 1952) que consiste sólo de silencios, la cual presentó el famoso pianista David Tudor que se sentó al piano sin tocarlo realmente en ningún momento durante los 4 minutos y 33 segundos. Otra obra importante de este estilo es 56 Blows (de Alvin Singleton), una obra que tiene la particularidad de haber sido mencionada en un debate en el Senado de EE. UU.

Minimalismo y posminimalismo .La generación minimalista todavía cumple un papel importante en la nueva composición. Philip Glass ha continuado expandiendo su ciclo sinfónico, mientras que On the Transmigration of Souls de John Adams (una obra coral en conmemoración de las víctimas de los atentados del 11 de setiembre de 2001) ganó un Premio Pulitzer. Steve Reich ha explorado la ópera electrónica y Terry Riley ha continuado activo escribiendo música instrumental. Pero más allá de mismos minimalistas, los tropos de la armonía triádica no funcional son ahora un lugar común, incluso en compositores que no son reconocidos como minimalistas propiamente dichos.

Muchos compositores están expandiendo los recursos de la música minimalista al incluir ritmos e instrumentos propios del rock y la música étnica (World Music), serialismo, y muchas otras técnicas. Kyle Gann considera los Time Curve Preludes de William Duckworth como la primera pieza «posminimalista», y considera a John Adams como un compositor «posminimalista» y no minimalista. Gann define el «posminimalismo» como la búsqueda de una mayor complejidad armónica y rítmica por compositores tales como Mikel Rouse, Roberto Carnevale y Glenn Branca. El posminimalismo es también un movimiento artístico en pintura y escultura que empezó a fines de los años sesenta.

Tonalidad posclacisista .Otro aspecto de posmodernidad se puede encontrar en la tonalidad «posclasicista» a la que están dedicados compositores como Michael Daugherty y Tan Dun.

Eclecticismo .Con un amplio rango de estilos de interpretación, muchos compositores contemporáneos trabajan combinando estilos, una técnica llamada poliestilismo, o combinando incluso múltiples géneros musicales. Un compositor muy influyente de este tipo es Frank Zappa, y en círculos más jazzisticos John Zorn.

Experimentación
: Música alternativa
Un movimiento importante de la música contemporánea involucra la expansión de los gestos disponibles a los instrumentistas, como por ejemplo en la obra de George Crumb. El Kronos Quartet se encuentra entre los conjuntos más activos que promueven la música contemporánea para cuarteto de cuerdas, y se deleitan con la música que estira las maneras de obtener sonidos de sus instrumentos.

Música electrónica
Surgida en la década del cincuenta, con el uso de osciladores electrónicos. No confundir con la "música pop electrónica" (de los años ochenta, posterior al rock, de guitarras eléctricas, etc.), ni con la creada por un ordenador o secuenciador al necesitarse una velocidad y exactitud imposible para un intérprete humano). La electrónica es ahora parte de la corriente principal de creación musical. La interpretación de obras ahora a menudo utiliza sintetizadores midi para acompañar o reemplazar algunos músicos o instrumentos. Los procesos de loopeo, toma de muestras (sampling) y el empleo (rara vez) de baterías electrónicas también está incluido. Sin embargo, la antigua idea de la música electrónica —como una búsqueda de sonido puro y una interacción con el equipo en sí— continúa encontrando un lugar en la composición, desde piezas comercialmente exitosas hasta obras dirigidas a oyentes muy selectos.

Neorromanticismo .El resurgimiento del vocabulario de la nueva tonalidad que floreció en los primeros años del siglo XX continúa en el período contemporáneo, aunque no se le considera chocante o controvertido como tal. Compositores que trabajan en la vena neorromántica son, por ejemplo, George Rochberg y David Del Tredici. En la parte final del siglo XX y comienzos del XXI, encontramos un nuevo resurgimiento del neorromanticismo en Europa.

Neotonalismo :El neotonalismo surge en la segunda mitad del siglo XX como reacción ante el atonalismo. Dentro de este género se engloban compositores que utilizan de nuevo la tonalidad después de que ésta fuese marginada en gran medida por las corrientes del género atonal contemporáneo. El neotonalismo es un movimiento muy amplio que unifica y mezcla estilos muy diferentes, entre los cuales se pueden citar como subgéneros de éste, el eclecticismo (o poliestilismo) y el neorromanticismo citados más arriba. Un mismo compositor neotonal puede contar dentro de su producción musical con obras neorrománticas, electrónicas o ecléctricas. En este género también se emplean técnicas modernas como la electroacústica y aparecen influencias ajenas a la música clásica tradicional como pueden serlo el jazz, la música de cine, étnica, e incluso el propio atonalismo del siglo XX, confiriendo no sólo una gran riqueza a este tipo de composición sino una libertad de expresión que quedó truncada con la imposición de lo puramente atonal en la segunda mitad del siglo. Existen muchos compositores, quienes habiendo iniciado sus composiciones en el ámbito atonal, han regresado a esta forma, incluyendo elementos tradicionales que son de una mayor aceptación por el público. Baste como ejemplos de compositores actuales neotonales los citados más arriba: John Corigliano, John Rutter, Arvo Pärt, Henryk Górecki y Astor Piazzola. Y los españoles Pedro Iturralde, Manuel Alejandre, Juan J. Colomer y Román Alís.

Libre improvisación
Libre improvisación o improvisación libre es música improvisada en muchos casos sin reglas previas establecidas, secuencias de acordes o melodías previamente acordadas. Aveces los músicos realizan un esfuerzo activo para evitar referenciar a géneros musicales reconocibles. La libre improvisación, como estilo de música, se desarrolló en Europa y EEUU en la mitad y fines de la década de 1960 en mucho en respuesta o inspirado por el movimiento del free jazz así como por la música clásica contemporánea. Entre los artistas mas reconocidos dentro de este estilo están los saxofonistas Evan Parker y Peter Brötzmann, el guitarrista Derek Bailey, y el grupo improvisacional británico AMM.

Nueva Complejidad La Nueva Complejidad (en inglés New Complexity) es una corriente dentro del escenario contemporáneo de las vanguardias europeas. Entre estos grupos diversos tenemos a Richard Barrett, Brian Ferneyhough y Michael Finnissy. Otra corriente es la música espectral, epitomizada por las obras de Tristan Murail, Gérard Grisey, Shigeru Kan-no y Claude Vivier.

Música post-escolopéndrica La música post-escolopéndrica es una corriente europeo-americana que se desarrolla en Bruselas, Bélgica a partir de 1998, y luego en Montréal, en Córdoba (Argentina) y en Santiago de Chile. Esta música se caracteriza, como las escolopendras, por sistemas independientes de movilidad que, por supuesto, pertenecen al mismo animal. Entre los compositores importantes del movimiento tenemos a David Nuñezañez, Juan Carlos Tolosa, Pierre Kolp, André Ristic, Alejandro Guarello.

domingo, 29 de noviembre de 2009

La música también puede ser divertida

Gracias ... Corazones de Miguel Bosé y Ana Torroja

http://www.youtube.com/watch?v=aXl1n70h0jQ

Corazones de Miguel Bosé y Ana Torroja


Hay corazones plagados de estrellas
enamorando a las noches más bellas
no me imagino escribiendo estas cosas sin ti.
Hay corazones que intentan poesía
el mio ni harto de amor te diria
que no consigue belleza de luna sin ti,vez
Hay corazones que van despacio
locos y ciegos buscando su espacio
hay corazones y corazones
y cada cual latira a sus pasiones
Hay corazones con alas de espinas,
te dan deseos, caricias,
no me imagino el placer de una herida sin ti,vez,
Me llueven mares de corazones,
cambiando el rumbo de mis emociones
un horizonte y un para siempre
mi corazón que con el tuyo se pierde

Coro

quiero,
más que nada se que quiero
más allá te quiero y siento
siento que me hace bum bum
mi corazon bum bum
Quiero, tanto quiero y quisé tanto
y tanto fue que no se cuanto
siento que me hace bum bum
mi corazon bum bum bum bum

Hay corazones que tiran al arte
y solo el tuyo que es punto y aparte
no me imagino una vida una historia sin ti
Me llueven mares de corazones
cambiando el rumbo de mis emociones
un horizonte y un para siempre
mi corazón que con el tuyo se pierde.

Coro...

Hay corazones que van despacio
locos y ciegos buscando su espacio
hay corazones y corazones
y cada cual latira a sus pasiones
Me llueven mares de corazones,
cambiando el rumbo de mis emociones
un horizonte y un para siempre
mi corazón que con el tuyo se pierde
Fuente: musica.com

Música del Romanticismo

Música del Romanticismo
Orígenes musicales: Música clasicista tardía (1790–1825)
Orígenes culturales: Sturm und Drang y clasicismo europeo
Instrumentos comunes: Piano, violín, clarinete, orquesta sinfónica, etc.
Popularidad: mucha en el siglo XIX y primera mitad del XX

El romanticismo fue un período que transcurrió, aproximadamente, entre principios de los años 1820 y la primera década del siglo XX, y suele englobar toda la música escrita de acuerdo a las normas y formas de dicho período. El romanticismo musical es un período de la música académica que fue precedido por el clasicismo y continuado por el modernismo.

El romanticismo musical está relacionado con el romanticismo, la corriente de cambios en literatura, bellas artes y filosofía, aunque suele haber ligeras diferencias temporales, dado que el romanticismo en aquellas artes y en la filosofía se suele reconocer entre los años 1780 y 1840. El romanticismo como movimiento global en las artes y la filosofía, tiene como precepto que la verdad no podía ser deducida a partir de axiomas, en el mundo había realidades inevitables que sólo se podía captar mediante la emoción, el sentimiento y la intuición. La Música del Romanticismo intentaba expresar estas emociones

El término música romántica, que podría confundirse con la Música del Romanticismo, se entiende como toda música suave o con una atmósfera ensoñadora (no siempre ha de ser así). Ese término podría relacionarse con la palabra romántico que se estableció durante el romanticismo, pero no toda la Música del Romanticismo cumple con estas características. Del mismo modo, no toda la música romántica se puede relacionar con el período romántico.



Historia del romanticismo Influencias extramusicales
"Parsifal vor der Gralsburg" — Opera Richard Wagner - Weimar 1928 von Hans Werner Schmidt (1859–1950)La controversia se inició en los años 1830 cuando Hector Berlioz compuso su Sinfonía fantástica, que se presentó acompañada de extenso texto que describía el programa de la sinfonía, lo que causó que muchos críticos y académicos opinaran sobre la cuestión. Entre los primeros detractores se encontraba François-Joseph Fétis, director del recién creado Conservatorio de Bruselas, que declaró que la obra "no era música".

Robert Schumann defendió la obra, pero no el programa, argumentando que la buena música no podía verse afectada por malos títulos, pero que los buenos títulos no servían para salvar una mala obra. Franz Liszt fue uno de los defensores de la inspiración extra-musical.

A medida que pasó el tiempo las diferencias aumentaron, con polémicas azuzadas por ambos bandos. Para aquellos que creían en la música "absoluta", la perfección formal descansaba en la expresión musical que respetaba los esquemas trazados en obras previas, sobre todo en la forma sonata que ya había sido codificada. Para los impulsores de la música de programa, la expresión rapsódica de la poesía o cualquier otro texto externo, era, en sí mismo, una forma. Argumentaban que al involucrar la vida del artista en la obra sería necesario seguir el curso de la narración. Tanto unos como otros citaban a Beethoven como fuente de inspiración y justificación. Esta disputa se resumió como el conflicto entre los seguidores de Johannes Brahms y Richard Wagner: Brahms era considerado el pináculo de la música absoluta, sin textos o referencias externas, y Wagner, el predicador de la poesía como proveedora de forma armónica y melódica para la música.

Las causas que provocaron esta controversia son complejas. Una de estas causas fue, indudablemente, la importancia creciente de la poesía romántica, así como un interés creciente por canciones que pudieran ser interpretadas en conciertos o en casa. También se ha mencionado la naturaleza misma de los conciertos, que pasaron de ser presentaciones de una amplia variedad de obras, a ser mucho más especializados, lo cual aumentó la demanda de obras instrumentales con mayor expresividad y especificidad.

Algunos ejemplos notables de inspiración extra-musical los encontramos en la sinfonía Faust, sinfonía Dante, y varios poemas sinfónicos de Liszt; la sinfonía Manfredo de Chaikovski; la primera sinfonía de Gustav Mahler; y el Carnaval de los animales de Camille Saint-Saëns. Por otro lado, compositores como Schubert utilizaron melodías de canciones en obras más extensas, y otros, como Liszt, transcribieron arias de ópera o canciones en obras puramente orquestales.

Ópera romántica (1800–1924) En la ópera se tendió a relajar, romper o mezclar entre sí, las formas establecidas en el barroco o el clasicismo. Este proceso alcanzó su clímax con las óperas de Wagner, en las cuales las arias, coros, recitativos y piezas de conjunto, son difíciles de distinguir. Por el contrario, se busca un continuo fluir de la música.

También ocurrieron otros cambios. Los castrati desaparecieron y por tanto los tenores adquirieron roles más heroicos, y los coros se tornaron más importantes. A finales del período romántico, el verismo se popularizó en Italia, retratando en la ópera escenas realistas, más que históricas o mitológicas. En Francia la tendencia también se acogió, y quedaron ejemplos populares como Carmen de Bizet.

Muchos compositores del romanticismo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, escribieron música nacionalista, que tenía alguna conexión particular con su país. Esto se manifestó de varias maneras. Los temas de las óperas de Mikhail Glinka, por ejemplo, son específicamente rusos, mientras que Bedrich Smetana y Antonín Dvorák utilizaron ritmos y temas de las danzas y canciones populares checas. A finales del siglo XIX, Jean Sibelius escribió Kullervo, música basada en la épica finlandesa (la Kalevala) y su pieza Finlandia se convirtió en un símbolo del nacionalismo finés.

Instrumentación y escala Como en otros períodos, la instrumentación siguió mejorándose durante el período romántico. Compositores como Hector Berlioz orquestaron sus obras de una forma nunca antes escuchada, dándole una nueva prominencia a los instrumentos de viento. El tamaño de la orquesta estándar aumentó, y se incluyeron instrumentos tales como el piccolo y corno inglés, que antes se utilizaban muy ocasionalmente. Mahler escribió su octava sinfonía, conocida como la Sinfonía de los miles, por la masa orquestal y coral que se requiere para interpretarla.

Además de necesitar una orquesta más grande, las obras del romanticismo tornáronse más largas. Una sinfonía típica de Haydn o Mozart puede durar aproximadamente veinte o veinticinco minutos. Ya la tercera sinfonía de Beethoven, que se suele considerar como del romanticismo inicial, dura alrededor de cuarenta y cinco minutos. Y esta tendencia creció notablemente en las sinfonías de Anton Bruckner y alcanzó sus cotas máximas en el caso de Mahler, con sinfonías que tienen una hora de duración (como es el caso de la primera y la cuarta) hasta sinfonías que duran más de una hora y media (como la segunda, tercera o novena).

Por otro lado, en el romanticismo creció la importancia del instrumentista virtuoso. El violinista Niccolò Paganini fue una de las estrellas musicales de principios de siglo. Liszt, además de ser un notable compositor, fue también un virtuoso del piano, muy popular. Durante las interpretaciones de los virtuosos, solían destacar más ellos que la música que estaban interpretando.

Breve cronología La raíces clásicas del romanticismo (1780–1815) En literatura, se suele decir que el romanticismo se inició en los años 1770 ó 1780, con el movimiento alemán llamado Sturm und Drang. Fue principalmente influenciado por Shakespeare, las sagas folkclóricas, reales o ficticias, y por la poesía de Homero. Escritores como Goethe o Schiller, cambiaron radicalmente sus prácticas, mientras en Escocia Robert Burns transcribía la poesía de las canciones populares. Este movimiento literario se reflejó de varias maneras en la música del período clásico, incluyendo la obra de Mozart en la ópera alemana, la elección de las canciones y melodías que se utilizarían en trabajos comerciales, y en el incremento gradual de la violencia en la expresión artística. Sin embargo, la habilidad o interés de la mayoría de los compositores para adherirse al "romanticismo y la revolución" estaba limitada por su dependencia a las cortes reales. Ejemplo de ello es la historia del estreno de Le nozze di Figaro de Mozart, que fue censurada por ser revolucionaria.

Incluso en términos puramente musicales, el romanticismo tomó su substancia fundamental de la estructura de la práctica clásica. En este período se incrementaron los estándares de composición e interpretación, y se crearon formas y conjuntos estándar de músicos. Sin faltar a la razón, E.T.A. Hoffmann llamó "tres compositores románticos" a Haydn, Mozart y Beethoven. Una de las corrientes internas más importantes del clasicismo es el rol del cromatismo y la ambigüedad armónica. Todos los compositores clásicos más importantes utilizaron la ambigüedad armónica y la técnica de moverse rápidamente entre distintas tonalidades sin establecer una verdadera tonalidad. Uno de los ejemplos más conocidos de ese caos armónico se encuentra al principio de La Creación de Haydn. Sin embargo, en todas estas excursiones la tensión se basaba en secciones articuladas, un movimiento hacia la dominante o la relativa mayor, y una transparencia de la textura.

Para los años 1810 se habían combinado la utilización del cromatismo y la tonalidad menor, el deseo de moverse a más tonalidades para lograr un rango más amplio de música, y la necesidad de un mayor alcance operístico. Mientras Beethoven fue tenido luego como la figura central de movimiento, compositores como Muzio Clementi o Louis Spohr representaban mejor el gusto de la época de incorporar más notas cromáticas en su material temático. La tensión entre el deseo de más color y el deseo clásico de mantener la estructura, conllevó a una crisis musical. Una respuesta fue moverse hacia la ópera, donde el texto podía otorgar una estructura incluso cuando no hubiera modelos formales. ETA Hoffman, conocido actualmente más por sus críticas musicales, presentó con su ópera Undine (1814) una innovación musical radical. Otra respuesta a esta crisis se obtuvo mediante la utilización de formas más cortas, incluyendo algunas novedosas como el nocturno, donde la intensidad armónica en sí misma era suficiente para mover la música adelante.

Romanticismo temprano (1815–1850) En la segunda década del siglo XIX, el cambio a nuevas fuentes para la música, junto a un uso más acentuado del cromatismo en las melodías y la necesidad de más expresividad armónica, produjeron un cambio estilístico palpable. Las razones que motivaron este cambio no fueron meramente musicales, sino también económicas, políticas y sociales. El escenario estaba preparado para una nueva generación de compositores que podía hablarle al nuevo ambiente europeo post-napoleónico.

En el primer grupo de compositores se suele agrupar a Beethoven, Louis Spohr, E. T. A. Hoffmann, Carl Maria von Weber y Franz Schubert. Estos compositores crecieron en medio de la dramática expansión de la vida concertística de finales del siglo XVIII y principios del XIX, y esto le dio forma a sus estilos y expectativas. Muchos saludaron a Beethoven como el modelo a seguir, o al menos a aspirar. Las melodías cromáticas de Muzio Clementi y las óperas de Rossini, Cherubini y Mehul, también ejercieron cierta influencia. Al mismo tiempo, la composición de canciones para voz y piano sobre poemas populares, para satisfacer la demanda de un creciente mercado de hogares de clase media, fue una nueva e importante fuente de entradas económicas para los compositores.

Los trabajos más importantes de esta ola de compositores románticos fueron quizás los ciclos de canciones y las sinfonías de Schubert, las óperas de Weber, especialmente Oberon, Der Freischütz y Euryanthe. Para la época, las obras de Schubert sólo se interpretaron ante audiencias limitadas y sólo pudieron ejercer un impacto notable gradualmente. Por el contrario, las obras de John Field se conocieron rápidamente, en parte debido a que era capaz de componer pequeñas y "características" obras para piano y danzas.

La siguiente cohorte de compositores románticos incluye a Franz Liszt, Felix Mendelssohn, Frédéric Chopin y Hector Berlioz. Ellos nacieron en el siglo XIX e iniciaron pronto la producción de composiciones de gran valor. Mendelssohn fue particularmente precoz, escribiendo sus primeros cuartetos, un octeto para cuerdas y música orquestal antes de cumplir los veinte años. Chopin se abocó a la música para piano, incluyendo etudes (estudios) y dos conciertos para piano. Berlioz compondría la primera sinfonía notable luego de la muerte de Beethoven, la mencionada Sinfonía fantástica.

Al mismo tiempo se estableció lo que ahora se conoce como "ópera romántica", con una fuerte conexión entre París y el norte de Italia. La combinación del virtuosismo orquestal francés, las líneas vocales y poder dramático italianos, junto a libretos que se basaban en la literatura popular, establecieron las normas que continúan dominando la escena operística. Las obras de Vincenzo Bellini y Gaetano Donizetti fueron inmensamente populares en esta época.

Un aspecto importante de este parte del romanticismo fue la amplia popularidad alcanzada por los conciertos para piano (o "recitales", como los llamaba Franz Liszt), que incluían improvisaciones de temas populares, piezas cortas y otras más largas, tales como las sonatas de Beethoven o Mozart. Una de los exponentes más notables de las obras de Beethoven fue Clara Wieck, que luego se casaría con Robert Schumann. Las nuevas facilidades para viajar que se ofrecían en la época, gracias al tren y luego al vapor, permitieron que surgieran grupos internacionales de fanáticos de pianistas virtuosos, como Liszt, Chopin y Thalberg. Estos conciertos se transformaron en eventos por sí mismos. Niccolò Paganini, famoso virtuoso del violín, fue pionero de este fenómeno.

Entre finales de los años 1830 y los años 1840, los frutos de esta generación fueron presentados al público, como por ejemplo las obras de Robert Schumann, Giacomo Meyerbeer y el joven Giuseppe Verdi. Es importante notar que el romanticismo no era el único, y ni siquiera el más importante, género musical de la época, ya que los programas de los conciertos estaban en gran medida dominados por un género post-clásico, ejemplificado por el Conservatorio de París, así como la música cortesana. Esto comenzó a cambiar con el auge de ciertas instituciones, tales como las orquestas sinfónicas con temporadas regulares, una moda que promovió el mismo Felix Mendelssohn.

Fue en este momento cuando Richard Wagner produjo su primera ópera exitosa, e inició su búsqueda de nuevas formas para expandir el concepto de los "dramas musicales". Wagner gustaba llamarse a sí mismo revolucionario, y tenía constantes problemas con sus prestamistas y con las autoridades; al mismo tiempo se rodeó de un círculo de músicos con ideas parecidas, como Franz Liszt, con quienes se dedicó a crear la "música del futuro".

Suele indicarse que el romanticismo literario terminó en 1848, con las revoluciones que ocurrieron ese año y que marcaron un hito en la historia de Europa, o al menos en la percepción de las fronteras del arte y la música. Con el advenimiento de la ideología "realista", y la muerte de figuras como Paganini, Mendelssohn y Schumann, y el retiro de Liszt de los escenarios, apareció una nueva generación de músicos. Algunos argumentan que esta generación debería llamarse victorianos más que románticos. De hecho, los años finales del siglo XIX suelen describirse como romanticismo tardío.

Romanticismo tardío (1850–1910) Al llegar a la segunda mitad del siglo XIX, muchos de los cambios sociales, políticos y económicos que se iniciaron en la era post-napoleónica, se afirmaron. El telégrafo y las vías ferroviarias unieron a Europa mucho más. El nacionalismo, que fue una de las fuentes más importantes del principio de siglo, se formalizó en elementos políticos y lingüísticos. La literatura que tenía como audiencia la clase media, se convirtió en el objetivo principal de la publicación de libros, incluyendo el ascenso de la novela como la principal forma literaria.

Muchas de las figuras de la primera mitad del siglo XIX se habían retirado o habían muerto. Muchos otros siguieron otros caminos, aprovechando una mayor regularidad en la vida concertística, y recursos financieros y técnicos disponibles. En los anteriores cincuenta años, muchas innovaciones en la instrumentación, incluyendo el piano de acción de doble escape ("double escarpment"), los instrumentos de viento con válvulas, y la barbada ("rest chin") de los violines y violas, pasaron de ser algo novedoso a estándar. El incremento de la educación musical sirvió para crear un público más amplio para la música para piano y los conciertos de música más sofisticados. Con la fundación de conservatorios y universidades se abrió la posibilidad a los músicos de hacer carreras estables como profesores, en vez de ser empresarios que dependían de sus propios recursos. La suma de estos cambios puede verse en la titánica ola de sinfonías, conciertos, y poemas sinfónicos que fueron creados, y la expansión de las temporadas de óperas de muchas ciudades y países, como París, Londres o Italia.

El período romántico tardío también vio el auge de los géneros llamados "nacionalistas" que estaban asociados con la música popular (folclórica) y la poesía de determinados países. La noción de música alemana o italiana, ya estaba largamente establecida en la historia de la música, pero a partir de finales del siglo XIX se crearon los subgéneros ruso (Mijaíl Glinka, Músorgski, Rimski-Kórsakov, Chaikovski y Borodin); checo, finlandés y francés. Muchos compositores fueron expresamente nacionalistas en sus objetivos, buscando componer ópera o música asociada con la lengua y cultura de sus tierras de origen.*

Posromanticismo (1870–1949) Se puede considerar un movimiento de finales del siglo XIX y principios del XX que se diferencia del Romanticismo por la exhuberancia orquestal y la desmesura en los desarrollos sinfónicos, también se caracteriza por un intenso cromatismo que supera a Richard Wagner y acaba en la atonalidad. En los compositores postrománticos se observa la melancolía que les produce la pérdida de la cultura romántica.

Los compositores más representativos de este estilo fueron Gustav Mahler y Richard Strauss

Romanticismo en el siglo XX (1901, en adelante) Muchos de los compositores que nacieron en el siglo XIX y continuaron componiendo ya entrado el siglo XX, utilizaron formas que estaban en clara conexión con la era musical previa, incluyendo a Sergei Rachmaninoff, Giacomo Puccini, Richard Strauss y Kurt Atterberg. Por otro lado, muchos de los compositores que luego fueron identificados como modernistas, escribieron en sus inicios obras con un marcado estilo romántico, como por ejemplo Igor Stravinsky (es notable su ballet El pájaro de fuego), Arnold Schoenberg (Gurrelieder), y Béla Bartók (El castillo de Barbazul). Pero el vocabulario y la estructura musical de finales del siglo XIX no se quedó allí; Ralph Vaughan Williams, Erich Korngold, Berthold Goldschmidt y Sergéi Prokófiev continuaron este género de composición más allá de 1950.

Aunque algunas nuevas tendencias como el neoclasicismo o la música atonal, cuestionaron la preeminencia del género romántico, el interés por utilizar un vocabulario cromático centrado en la tonalidad, siguió presente en las obras más importantes. Samuel Barber, Benjamin Britten, Gustav Holst, Dmitri Shostakóvich, Malcolm Arnold y Arnold Bax, aunque se consideraban a sí mismos compositores modernos y contemporáneos, mostraron frecuentemente tendencias románticas en sus obras.

El romanticismo alcanzo un nadir retórico y artístico alrededor de 1960: todo indicaba que el futuro estaría formado por géneros de composición avant garde o con algún tipo de elementos neo-clásicos. Mientras Hindemith regresaba a estilos más reconocibles en sus raíces románticas, muchos compositores se movieron en otras direcciones. Parecía que sólo en la URSS o China, donde había una jerarquía académica conservadora, el romanticismo tenía un lugar. Sin embargo, a finales de 1960 se inició un revival de la música que tenía una superficie romántica. Compositores como George Rochberg pasaron de la música serial a modelos basados en Gustav Mahler, un proyecto en el que estuvo acompañado de otros como Nicholas Maw y David Del Tredici. Este movimiento se suele denominar neorromanticismo, e incluye obras tales como la Primera sinfonía de John Corigliano.

Otra área donde el género romántico ha sobrevivido, e incluso ha florecido, es en las bandas sonoras. Muchos de los primeros emigrantes que escapaban de la Alemania nazi fueron compositores judíos que habían estudiado con Mahler o sus discípulos en Viena. La partitura de la película Lo que el viento se llevó del compositor Max Steiner, es un ejemplo del uso de los leitmotivs wagnerianos y la orquestación mahleriana. La música de los filmes de la Era dorada de Hollywood fue compuesta en gran medida por Korngold y Steiner, así como Franz Waxman y Alfred Newman. La siguiente generación de compositores para el cine, compuesta por Alexander North, John Williams, y Elmer Bernstein se basó en esta tradición en la composición de la música orquestal para cine más familiar de finales del siglo XX.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Múisica del "Clasicismo"

El clasicismo musical o período clásico comienza aproximadamente en 1750 y termina alrededor de 1820.

Música clásica se dice en general para todos los períodos de la música culta europea, pero las primeras composiciones llamadas clásicas fueron las de este período. En la música no se trató del redescubrimiento y copia de los clásicos del arte greco romano, los pocos restos de música griega y de tratados teóricos que quedaron no se consideran suficientes para conocer como era aquella música realmente. La música del clasicismo evoluciona hacia un extremo equilibrio entre armonía y melodía. Compositores muy famosos son Haydn, Mozart y el primer Beethoven (Beethoven supone un giro de tuerca en la evolución de la música tonal, yendo cada vez más lejos del llamado centro tonal. Es en este punto cuando empieza la época romántica en la historia de la música).


Contexto histórico
El absolutismo ha desembocado en el despotismo ilustrado, en el que los reyes y sus ministros introducen importantes mejoras en la cultura y las artes, aunque manteniendo la situación social del antiguo régimen. Los monarcas y los grandes señores poseen conjuntos instrumentales y protegen a los compositores mientras crece el público aficionado a los conciertos, incrementándose la demanda de músicos. La música clasicista está impregnada del humanismo ilustrado que quiere mostrarse elegante y agradable a todos, por lo que triunfa un melodismo externamente sencillo, pero que recoge un trabajo racional acorde con la filosofía del momento. Triunfa la música instrumental, después de unos siglos en los que progresivamente ha ido ganando terreno, y se impone el género profano por encima del religioso, fruto de la mentalidad laica del momento.

Los autores huyen de todo subjetivismo para mostrar, a través de la música, un sentimiento ajeno a ellos mismos. La dinámica general de las obras, aunque busca el movimiento, la expresión y el sentimiento, lo hace de una manera equilibrada y controlada por la forma. Por su parte, la ópera comienza a tener una gran aceptación en el público.

Los instrumentos en el Clasicismo Algunos instrumentos surgen en este periodo como el piano, el Arpeggione y el clarinete. Si bien la mayoría de los instrumentos sinfónicos ya existían desde el Barroco, muchos de ellos alcanzan la madurez en este periodo como el fagot, oboe y el contrabajo. Mientras surgen nuevos instrumentos y se desarrollan los que ya existían otros pierden vigencia casi hasta su extinción: viola da gamba, clavicordio, dulzaina, flauta dulce (volverá a renacer en el siglo XX), bajón, laúd, etc. El piano se impuso sobre el clave de tal forma que pasó a ocupar un lugar central en la música de cámara e incluso conciertos solistas. Esto se profundiza aún más en el Romanticismo.

La orquesta en el Clasicismo Este es un periodo clave también para la orquesta porque aquí se configura claramente la Orquesta Sinfónica como tal, por influencias mayormente de Mozart y Haydn. De la orquesta de cámara heredada del barroco se mantiene la sección de cuerdas, aunque esta es ampliada en número. Se abandona la practica del bajo continuo, por lo tanto desaparece el instrumento de teclado que solía ser clavicordio. Y lo más importante: queda claramente establecida la sección de vientos de madera a 2. Esto quiere decir: 2 flautas traveseras, 2 oboes, 2 clarinetes y 2 fagotes. Además se usaban 2 trompetas, entre 2 y 4 trompas y ocasionalmente 1 trombón.


L'orchestre de l'opéra, cuadro de Edgar Degas, 1870 Desarrollo de la música clasica [editar]Una de las figuras decisivas en la transición del barroco al Clasicismo musical fue el compositor italiano Domenico Scarlatti. El estilo de sus obras era más cercano al Clasicismo porque utilizaba estructuras claras, y melodías con acompañamientos cada vez más comprensibles para el oyente. Otro compositor influyente fue Christoph Willibald Gluck, quien restandole importancia a la improvisación de ornamentos, se focalizó en los puntos de modulación y transición. La fase entre el Barroco y el Clasicismo fue llamada de varias maneras como Rococó o estilo galante, pero se caracterizó en el paso de la textura de polifonía compleja a melodías claras con acompañamientos sencillos y la creación de estructuras formales bien definidas.

1750 a 1775 Para la década de 1750 los géneros instrumentales como sinfonía y concierto habían ganado la suficiente fuerza como para ser interpretados independientemente de la música vocal y tenían gran aceptación en las cortes. El compositor del momento era Joseph Haydn. Además de escribir sinfonías de estructura claramente clásicas, escribió sonatas para pianoforte, el nuevo instrumento de teclado que estaba surgiendo y permitía mayores capacidades expresivas. Fue considerado también el "padre del cuarteto de cuerdas", probablemente porque sus obras para esta formación son de gran refinamiento melódico y armónico. Esto contribuyó para que el cuarteto quede establecido hasta nuestros días.

1775 a 1790 Un joven compositor comienza a revolucionar la ópera y el concierto; Wolfgang Amadeus Mozart. Aunque se basó en los aportes de Haydn, Mozart prefería melodías más cantables, al estilo italiano. Además en sus obras se aprecian más cromatismos y otras modificaciones armónicas. En cuanto a la instrumentación, utiliza más variedad de instrumentos, en ricas combinaciones tímbricas. En la década de 1780 surge Muzio Clementi y adquiere prestigio con sus sonatas y estudios para piano. Este compositor incentivó la extensión de la tesitura del instrumento, entre otras modificaciones que brindaron nuevas posibilidades.

Beethoven y el paso al Romanticismo Durante el Clasicismo la vida musical sufrió numerosos cambios; se empezó a editar y publicar partituras, los músicos hacían giras y la notación musical se volvió cada vez más específica. Una nueva generación de compositores formada por Johann Nepomuk Hummel, Luigi Cherubini y Ludwig von Beethoven comenzaron a cobrar importancia. Complejizaron cada vez más la sección de desarrollo y el piano ocupo un lugar central en sus obras. También se complejizaron los acompañamientos para crear texturas más ricas y la armonía se volvió más flexible y elaborada. Beethoven fue el que produjo los cambios más profundos en el estilo y por ello es considerado la transición hacia el periodo romántico. Sus principales aportes fueron las innovaciones armónicas, como el uso de cuartas y quintas, y la búsqueda de una mayor expresividad. También fue un pionero en cuanto a la orquestación de sus sinfonías, ya que utilizó muchos instrumentos que no formaban parte de la orquesta y esto impulsó la ampliación de la misma.

Características estilísticas En cuanto a la armonía no se producen cambios significativos porque las principales reglas armónicas ya venían establecidas del periodo anterior. Pero si podemos observar grandes cambios de textura; se utiliza un estilo mas puro y equilibrado, generalmente melodía acompañada y en ocasiones homofonía o polifonía vertical. Surge y se impone el bajo albertino (forma de acompañamiento en donde se van desplegando acordes). Esto sucede en oposición al estilo barroco de sobrecargado estilo imitativo, que produjo complejas fugas y canones. Recordemos que el ideal clásico es equilibrio y armonía. Cada vez se utilizan más variedad de dinámicas y articulaciones, gracias al desarrollo de los instrumentos. Las melodías se vuelven cantabiles y la forma musical adquiere particular importancia. Es en este periodo cuando se definen claramente las estructuras en las que se basa la música culta occidental casi hasta nuestros días; la sonata, la sinfonía y el concierto clásico.

Las formas del Clasicismo En este periodo se establecen las estructuras que rigen a las principales formas. Entre estas se destaca la llamada forma sonata que luego se implementó en la mayoría de los géneros del momento.

La sonata
Tiene tres o cuatro movimientos. En el primer movimiento se sigue un esquema con tres partes, primero una exposición en la que el compositor nos presenta dos temas, uno enérgico y otro más melódico. En segundo lugar, el desarrollo en el que se establece una lucha entre los dos temas. Finalmente la reexposición, en la que la tensión armónica se resuelve al volver a escucharse los temas iniciales. El segundo movimiento, lento, suele ser un tema más melodioso, utilizándose un lied, con forma ternaria y lírico. El tercer movimiento tiene un carácter más desenfadado, generalmente en forma de minuetto, danza de origen francés.(Scherzos tratándose de Beethoven). En el cuarto movimiento se adopta casi siempre la forma del rondó; alterna secciones fijas con variables. La sonata propiamente dicha está escrita para un solo instrumento o bien para un pequeño conjunto de dúos, tríos. La forma sonata, si es para una agrupación de cámara, puede ser un cuarteto, quinteto, etc. Si es para una orquesta, recibe el nombre de sinfonía, y si es orquestal pero con un solista, concierto.

La ópera
En el siglo XVIII se había convertido en un fastuoso espectáculo de la corte, a través del cual los monarcas y los aristócratas exhibían su esplendor. Los temas se referían a la mitología y representaban grandes tragedias lírico-heroicas, montadas con gran aparatosidad, la ópera seria. Por el contrario, las clases sociales menos favorecidas contaban con su propio teatro musical, pequeñas actuaciones satírico-burlescas, la ópera buffa. De breve duración, su argumento es muy simple, recurre a la expresión directa en lenguaje coloquial y se sirve de dos o tres personajes solamente, reduciendo al máximo los elementos musicales, en los que desde luego están ausente los coros y cobra la mayor importancia la melodía popular de fácil construcción.

Otras formas musicales Otras formas musicales de importancia en el Clasicismo fueron: Sinfonía, Concierto, Tema con variaciones, Cuarteto de cuerdas y quinteto de vientos.

Compositores Austria Franz Joseph Haydn (1732-1809)
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
Franz Schubert (1797-1828)
Johann Georg Albrechtsberger (1736-1809)
Carl Ditters von Dittersdorf (1739-1799)
Georg Druschetzky (1745-1819)
Joseph Leopold Eybler (1765-1846)
Michael Haydn (1737-1806)
Georg Monn (1717-1750)
Maria Anna Mozart (1751-1829)
Ignace Joseph Pleyel (1757-1831)
Franz Xaver Süssmayr (1766-1803)
Leopold Mozart (1719-1787)
Alemania Carl Philipp Emmanuel Bach (1714-1788)
Johann Christian Bach (1735-1782)
Ludwig van Beethoven (1770-1827) (primer y segundo periodo)
Christoph Gluck (1714-1787)
Carl Stamitz (1745-1801)
Franz Danzi (1763-1826)
Karl Friedrich Abel (1723-1787)
Johann Christoph Friedrich Bach (1732-1795)
Johann Elias Bach (1705-1755)
Johann Ernst Bach (1722-1777)
Johann Michael Bach (1745-1820)
Wilhelm Friedemann Bach (1710-1784)
Wilhelm Friedrich Ernst Bach (1759-1845)
Federico II el Grande (1712-1786)
Georg Friedrich Fuchs (1752-1821)
Johann Ludwig Krebs (1713-1780)
Friedrich Kuhlau (1786-1832)
Ludwig August Lebrun (1752-1790)
Christian Gottlob Neefe (1748-1798)
Ferdinand Ries (1784-1838)
Johann Heinrich Rolle (1716-1785)
Johann Peter Salomon (1745-1815)
Johann Schobert (¿1720?-1767)
Italia Domenico Dragonetti (1763-1846)
Andrea Luchesi (1741-1801)
Luigi Boccherini (1743-1805)
Luigi Cherubini (1760-1842)
Antonio Salieri (1750-1825)
Muzio Clementi (1752-1832)
Ferdinando Carulli (1770-1841)
Niccoló Paganini (1782-1840)
España Carles Baguer (1768-1808)
Ramon Carnicer (1789-1855)
Juan Crisóstomo de Arriaga (1806-1826)
Eslovaquia [editar]Johann Kaspar Mertz (1806-1856)

En el momento justo... Gracias

...la luz del amor te guía.

Preanunciando inminentes tiempos de gloria, este cálido mensaje acude para bendecir tu alma por tener la audacia de alumbrar. El fervor de tu perseverancia va transformando la Tierra en un palpitante corazón lleno de amor. Doy fe de que tu fiel trabajo no es en vano. Estás irradiando. Estás inspirando. Estás dando testimonio de una nueva humanidad. Con tu férrea actitud, repleta de vida, el entramado resplandece. Humano eres. Vibrando vas.

No son simples letras las que están frente a tus ojos. Es una frecuencia nítida que arriba, desde muy lejos, para que vislumbres la intensidad de tu pulsar. El Universo ya escucha el diáfano latido, consciente, que manifiesta el ansiado nacimiento de una era dorada. Cada armónico sonido se compone de la sutil integración de lo que diariamente originamos al servicio de la luz. Tu enérgico aporte es vital. Fortalece, anima y embellece lo emanado.

No temas. Los contratiempos, los percances económicos y las dificultades personales intensifican el brillo de tu leal labor. Es clave persistir emitiendo mientras golpea el último gran coletazo de un ciclo oscuro, cruento y desalmado. Permanece así, de "
pie. Alumbrando con fe. Puede que el árido escenario mundial te haga pensar que poco puede hacerse. Es sólo una ilusión. La luz del amor está presente. Te guía. Fluye en tu corazón.

Es entendible que expreses cierta ansiedad, el camino recorrido fue duro. Internamente adviertes que es hora de presenciar la magistral obra en escena. Sabes que tus hebras lumínicas contribuyeron a gestar una relumbrante trama, que sirve de contexto para que se manifieste el verdadero Humano. Un poco más de paciencia. Muy pronto apreciaremos la visión general de lo co-creado. Habrá dicha, plenitud y mucha paz. Llorarás de gozo.

Puedo sentirte. Eres un apasionado Ser, muy especial, que vino a propagar amor y elevar el nivel de consciencia. Disfruta de tu viva esencia sanadora, mientras transmuta lo que aún no está alineado con la Luz. Te abrazo y río. Vamos caminando, de la mano, con las lecciones aprendidas. Brindo por un día más, un paso más, un latido más. La Tierra te aclama por cuidarla, amarla y respetarla. El Sol te ilumina. Humano eres... Vibrando vas....

J.Pagano

viernes, 27 de noviembre de 2009

La música durante el "barroco"

La música del periodo barroco es el estilo musical, relacionado con la época cultural europea homónima, que abarca desde el nacimiento de la ópera en el siglo XVII (aproximadamente en 1600) hasta la mitad del siglo XVIII (aproximadamente hasta la muerte de Johann Sebastian Bach, en 1750).

Se trata de una de las épocas musicales más largas, fecundas, revolucionarias e importantes de la música occidental, así como la más influyente. Su característica más notoria es probablemente el uso del bajo continuo y el desarrollo de la armonía tonal, que la diferencia profundamente de los anteriores géneros modales.





Origen del término
El término barroco se tomó de la arquitectura (donde designaba algo «retorcido», una construcción «pesada, elaborada, envuelta», siendo el significado original del término un lusismo que describía una perla deformada o joya falsa). En el siglo XVIII se usó en sentido peyorativo para describir las características del género musical del siglo anterior, que se consideraba «tosco, extraño, áspero y anticuado».

Características
El estilo hoy llamado "barroco" se caracteriza estéticamente por la preeminencia de lo emocional sobre lo racional, por el género vocal recitativo, en el cual el ritmo de la palabra determina el discurso melódico -donde "la música ha de ser sirviente de la poesía"- y por un auge de la música instrumental pura, es decir, sin relación con consideraciones ideológicas que se deriven de un texto, o funcionales como en el caso de la música de danza.

En esta época se desarrollan la sonata, el concerto grosso y el ballet francés.

A diferencia de épocas anteriores, la música sacra y la música profana conviven armoniosamente, formando parte de la profesión musical. La mayor permisividad estética lleva a que la interpretación musical tienda a enriquecer las partes mediante una profusión de ornamentos y recursos expresivos. Una característica importante fue que los detalles del arte en el Barroco no se aplicaron a la música. Se buscó en un principio desechar las complicadas líneas melódicas de la polifonía renacentista para dar lugar a la homofonía (más tarde la polifonía recuperará con Bach todo el esplendor que la había caracterizado), dando de esta manera más fortaleza y protagonismo al texto, pues la música giraba en torno a una sola melodía bien formada y acompañada por acordes, para que fuera "entendible" el texto. Esto fue debido en gran parte a la corriente humanista.

Tienen gran importancia la teoría de los afectos, que considera a la música como creadora de emociones, y la retórica, que transfiere conceptos de la oratoria tradicional a la composición del discurso musical del Barroco.

El Barroco temprano (1600-1650)
Este período es conocido como el Seicento; alrededor del año 1600 se destaca en la historia de la música un compositor de inusual talento, Claudio Monteverdi. Fue un maestro de los dos géneros entonces preponderantes: la prima prattica o el polifónico género madrigal y la seconda prattica o recitativo de la música vocal solista. Compuso una de sus obras más famosas, el "Lamento d'Arianna", tanto en versión polifónica como en versión para solista y bajo continuo.

La seconda prattica, un subgénero de monodia acompañada, esto es, una o varias voces solistas y bajo continuo, caracteriza la música de este período.

El Barroco medio (1650-1700)
El Barroco medio es el lapso comprendido entre 1650 y 1700; en él sobresalieron el compositor inglés Henry Purcell (1659 - 1695) y su contemporáneo alemán Johann Pachelbel (1653 - 1706).

El Barroco tardío (1700-1750)
El Barroco tardío va entre 1700 y 1750 (aproximadamente) y sus compositores característicos son: en España Domenico Scarlatti, en Italia Antonio Vivaldi, en Inglaterra Georg Friedrich Händel, en Alemania Johann Sebastian Bach y en Francia Jean Philippe Rameau.

La transición al Clasicismo (1740-1770)
A finales del Barroco hay varias tendencias estéticas: el galante francés desde 1730, el desarrollo en Italia de la ópera buffa, la sonata y la sinfonía y el Rococó; ello conforman una suerte de preclasicismo.

Carl Philipp Emanuel Bach (1714-88), uno de los hijos de Johann Sebastian, es considerado el padre de la sonata clásica.

El auge de la música instrumental
La música instrumental, que en la época anterior dio el primer asomo en la música académica, tiene un auge sin precedentes en los siglos XVII-XVIII; por primera vez en la historia, la música vocal e instrumental están en plena igualdad. La música instrumental alcanzó su primera madurez, hay un gran florecimiento en géneros, técnicas, intérpretes y compositores que se acercaban a un profundo conocimiento de los instrumentos.

El cultivo de la música puramente instrumental llevó a un importante desarrollo de la técnica, al servicio de una fuerte expresión emocional. Se destacó el caso del violinista Arcangelo Corelli quien, según el testimonio de François Raguenet, cuando tocaba en público "perdía el dominio de sí mismo", tenía los ojos enrojecidos y, pese a todo esto, lograba expresarse a la perfección.

Sonata, Cantata, Toccata
La sonata barroca —que no debe ser confundida con la sonata clásica de forma sonata— denota una composición para uno o dos instrumentos de cuerda o viento y bajo continuo, dividida en tres o cuatro movimientos de carácter contrastante, habitualmente allegro-adagio-allegro (sonata da camera) o adagio-allegro-adagio-allegro (sonata da chiesa). La alternativa contrastante de movimientos sucesivos es herencia de la suite o serie de movimientos de danza, que habitualmente alternaban una danza baja o de paso, más lenta —como la pavana— con otra alta o de salto, más rápida —como la gallarda.

De un modo equivalente a la sonata, la cantata es una composición para canto solista y bajo continuo, cuya estructura habitual es recitativo-aria da capo. El equivalente en la música para instrumentos de teclado es la toccata.

El Barroco fue una época de esplendor para muchos instrumentos, como por ejemplo el violín, el clavecín y el órgano, se cultivó intensamente la música de cámara para grupos instrumentales con acompañamiento de bajo continuo.

También aparecen intérpretes virtuosos que por su gran destreza técnica explotan al máximo el instrumento, como Johann Sebastian Bach y Dietrich Buxtehude en el caso del órgano; Domenico Scarlatti, Jean Philipe Rameau y François Couperin al clavecín; Gottfried Reiche (1660-1734) a la trompeta; y Antonio Vivaldi, Arcangelo Corelli y Giuseppe Torelli en el violín.

La Triosonata o sonata en trío
La heredera del género polifónico renacentista y la principal forma de cámara del Barroco es una sonata para dos instrumentos agudos (frecuentemente violines), uno bajo, y el continuo, (el clavecín en la sonata da camera y el órgano en la sonata da chiesa) que era el encargado de completar las armonías, de modo que la triosonata requiere cuatro ejecutantes, pues la línea del bajo era interpretada por la viola de gamba, el bajón o un instrumento similar y el continuo doblaba esta línea y realizaba el "relleno armónico". Se destacan las obras de Corelli, Pergolesi, Sammartini, Händel, Buxtehude y Bach.

El concerto grosso
A mediados del siglo XVII se convierte en el género instrumental más típico de la época. A diferencia de la música de cámara, cada parte es ejecutada por más de un instrumento, como ocurre típicamente en la orquesta. La ejecución a tutti alterna con pasajes a soli a la manera de la triosonata.

Importantes centros del género instrumental concertante son Módena, Bolonia y Venecia.

La época dorada del clavecín, la viola da gamba y el órgano
En esta época, el clavecín, el órgano, la viola da gamba y el laúd vivieron su gran época dorada a nivel técnico, interpretativo y compositivo. La etapa final del Barroco (1700-1750) será el cenit y el ocaso del clavecín y la viola da gamba que en la segunda mitad del siglo XVIII caerán en el olvido y quedarán totalmente relegados, ya en la época clásica, por sus descendientes, el violín, el violonchelo y el pianoforte.

El laúd, el instrumento renacentista por excelencia, cayó en el olvido ya por 1690-1700, desplazado por la guitarra y el clavecín. El órgano subsistirá pero ya no con el auge anterior.

El órgano
El órgano tuvo ilustres exponentes en toda Europa en el principio del período, donde su música empieza a conocer su edad dorada por su destacable calidad.

En la primera mitad del siglo XVII, los compositores más destacados son:

Jan Pieterszoon Sweelinck en Holanda
Girolamo Frescobaldi en Italia
Samuel Schein H. Schiedermann en Alemania
Correa de Arauxo en España y
Jean Titelouze (1563-1633) en Francia.
Hacia 1650, el órgano entra en decadencia en Italia y en los Países Bajos, donde el instrumento no conocerá más compositores de talla internacional.

En la segunda mitad del siglo XVII, los compositores más destacados son: Dietrich Buxtehude (1632-1707), que es el más notable en esta generación, Johann Pachelbel (1653-1705) Georg Böhm (1661-1733) Johann Caspar Ferdinand Fischer (c. 1665-1746) y J. A. Reincken (1623-1722) en Alemania François Couperin (1668-1733) en Francia Henry Purcell (1659-95) en Inglaterra, y Juan Cabanilles (1640-1712) en España.

A partir de 1710-20, el órgano también entra en decadencia en Francia, por lo que en la última etapa del Barroco no habrá en ese país ningún compositor notable.

En la primera mitad del siglo XVIII, la última etapa del Barroco, el órgano vivirá su máximo esplendor en Alemania para después iniciar su decadencia a partir de 1750 a nivel general. En Alemania J. S. Bach (1685-1750) representa el máximo apogeo del órgano barroco, donde la Toccata y fuga en re menor BWV 565 (1708) es la más famosa y conocida obra para este instrumento.

Son notables Antonio Soler (1728-83) en España y en Inglaterra, desde 1712 G.F. Händel (1685-1759), William Boyce y Cristan Arne, los tres por el concierto para órgano solista y cuerda.

El clavecín
Artículo principal: clave
Jean Philippe Rameau, François Couperin, Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel y Domenico Scarlatti son los más destacables en el ámbito del clavecín de la primera mitad del siglo XVIII, donde representan el máximo apogeo de la música clavecinística barroca.

Rameau y Couperin son los más altos exponentes de la escuela francesa. Cabe mencionar los 4 libros de órdenes (1713, 1717, 1722 y 1730) de Couperin y los libros de suites (1706, 1724 y 1728) de Rameau, que es la cumbre de la música barroca francesa para teclado.

Domenico Scarlatti es el más destacado representante de la música italo-española para teclado, en especial por sus 555 sonatas, compuestas en la Península Ibérica, que exprimen las posibilidades del instrumento creando una obra variada, rica y compleja que destaca por el alcance de la modulación y un cromatismo que se percibe en las tonalidades y ritmos, influidos por la música popular española.

El alemán Händel es el máximo exponente del Barroco inglés para teclado. Destacan entre su obra las 8 grandes Suites (1720), una de las cumbres de la suite para teclado.

J. S. Bach es quizá el compositor más destacado de todo el período, donde sus obras El clave bien temperado (BWV 846-893), las Variaciones Goldberg BWV 988 y El arte de la fuga son un antes y un después de la música de teclado en general y la cima de la literatura clavecinística barroca. Bach, aunque en su época no fue muy reconocido, dejó tras de sí un gran repertorio de preludios con fugas de suma importancia.

Los compositores
Italia
Giovanni Gabrieli (1555-1612) es el principal exponente del Barroco temprano. Su música contiene ya los estilos esenciales de la nueva época estética.

Claudio Monteverdi (1567-1641) es el primer gran compositor del Barroco que inauguró este nuevo género en Italia y Europa. Girolamo Frescobaldi (1578-1643) tuvo gran importancia en el desarrollo de la música para teclado, en particular por sus Toccatas para clavecín. A mediados de siglo, sobresale Giovanni Legrenzi(1626-1690).

Arcangelo Corelli (1658-1711), Giuseppe Torelli y Alessandro Scarlatti (1660-1725) son los que dominan la escena nacional de la segunda mitad del siglo XVII hasta principios del siglo XVIII.

Ya en la primera mitad del siglo XVIII, Antonio Vivaldi (1678-1741), Tomaso Albinoni (1671-1751), Domenico Scarlatti (1685-1757) y Giuseppe Tartini (1692-1770) son los que más sobresalen, representando la cumbre y el ocaso barroco de su país.

Alemania

La obra de Bach está considerada la cumbre de la música barroca, cuyas "Pasión según San Mateo" y el "Clave bien temperado" son cimas de la música occidental.El Barroco alemán empezó con la figura de Heinrich Schütz (1585-1672), llamado el padre de la música alemana, el más notable en la primera mitad del siglo XVII alemán. Johann Hermann Schein (1586-1630), Samuel Scheidt (1587-1654) y Michael Praetorius (1571-1621), contemporáneos de Heinrich Schütz, también son bastante notables en esta época.

En la segunda mitad del siglo XVII, Dietrich Buxtehude (1637-1707) es el más sobresaliente, siendo en 1705 visitado por un joven Bach. Johann Pachelbel (1653-1706), Johann Jakob Froberger (1616-67) y Georg Muffat (1653-1704) destacan asimismo.

Al cabo entre los siglos XVII y XVIII, Johann Kuhnau (1660-1722), Johann Joseph Fux (1660-1741), Johann Caspar Ferdinand Fischer (c. 1665-1746) y Georg Böhm (1661-1733) son los más prominentes.

El Barroco alemán, y en general, culminó y dio su máxima madurez, esplendor y cenit en la primera mitad del siglo XVIII con uno de los compositores más importantes de la música universal, Johann Sebastian Bach (1685-1750), que agotó todas las posibilidades de la música barroca. Su obra es la cumbre y ocaso de la música barroca, y marca el fin del periodo en Alemania y en Europa.

Reinhard Keiser (1674-1739), Johann Mattheson (1681-1764), Johann Adolph Hasse (1699-1783) y Carl Heinrich Graun (1703-59) junto con un joven Händel (1685-1759) -hasta que en 1712 se fue a Inglaterra- son los más destacables junto con Bach.

Georg Philipp Telemann (1681-1767), junto con Bach, es el músico más importante del Barroco tardío alemán, y marca igualmente el inicio de la transición de la música barroca hacia la música clásica de la segunda mitad del siglo XVIII en su país.

Inglaterra
En Inglaterra el Barroco tarda en desarrollarse hasta la restauración de 1660, siendo John Blow (1649-1708) y su alumno Henry Purcell (1659-95) los más destacados e influyentes en la segunda mitad del siglo XVII.

En la primera mitad del siglo XVIII, Georg Friedrich Händel (1685-1759), desde su llegada en 1712 al país, es el más importante, destacado e influyente, siendo la cumbre del Barroco inglés y, junto con Bach, el más importante del Barroco tardío.

Después de Händel, y ya siendo el ocaso nacional, a mediados del siglo XVIII destacan Thomas Augustine Arne (1710-78) y William Boyce (1711-79) poniendo el punto final al Barroco inglés.

Francia
El género se consolida con Jean-Baptiste Lully (1632-87), un italiano de nacimiento, que introduce la ópera en Francia, siendo el más importante compositor nacional del siglo XVII en ese país. También sobresale en el mismo siglo Marc Antoine Charpentier (1640-1703), siendo el máximo rival de Lully.

Al cabo de los siglos XVII y XVIII, François Couperin (1668-1733) es el más importante, siendo una de las cumbres del Barroco francés. Louis Marchand (1669-1732) también destaca, teniendo en 1717 un duelo musical con Bach.

Jean-Philippe Rameau (1683-1764) es, junto con Couperin, la cumbre barroca nacional y el cenit del género francés barroco en la primera mitad del siglo XVIII, siendo en los últimos años testigo del cambio del Barroco al Clasicismo en su país.

España
En España sobresalieron Gaspar Sanz, Juan Cabanilles, Antonio de Literes, el Padre Soler, Juan Hidalgo, Sebastián Durón, José Marín, José de Nebra, Francisco Corselli, José de Torres, Jaime Facco, Joaquín García y Tomás de Torrejón y Velasco

Por entonces vivieron en España, donde compusieron la mayor parte de sus obras, los italianos Domenico Scarlatti y Luigi Boccherini.

En las colonias españolas en América también hubo actividad musical, con compositores -como el milanés Roque Ceruti-, cantantes, instrumentistas. Mucha de esta música aún se conserva y ejecuta.

Los géneros y las formas
En los géneros del Barroco ya se percata una clara división en géneros instrumentales y géneros vocales. En el Barroco, gracias al auge de la música instrumental, los géneros instrumentales alcanzan su madurez y se crean los primeros grandes géneros instrumentales: la sonata, el concierto y la suite.

En el ámbito de los géneros vocales, junto con los géneros antiguos del motete y la misa, se crean tres importantes géneros que darán una época dorada a los géneros vocales: La cantata, la ópera y el oratorio, siendo la ópera el género vocal nuevo más importante del Barroco y uno de los de la música académica.

Los géneros vocales
La ópera
Artículo principal: Ópera
Las corrientes humanistas buscaban una renovación del antiguo teatro griego, en particular el grupo conocido como camerata florentina, basándose al mismo tiempo en formas musicales recientes, como el drama litúrgico, el drama pastoral, las comedias madrigalescas con figuras de la commedia dell'arte y los intermezzi teatrales.

Les interesaba sobre todo la antigua monodia helénica con acompañamiento de kithara. Vincenzo Galilei, padre de Galileo el astrónomo, escribió en 1581 un tratado contra el género musical polifónico neerlandés bajo el título Dialogo della Musica Antica e della Moderna.

Los géneros musicales recitativo, espressivo y representativo llevan a nuevas libertades en los medios sonoros empleados en las composiciones - disonancias y modulaciones.

Entre las primeras óperas conservadas se cuentan Dafne de Jacopo Peri, cuyo tema fue tomado de las Metamorfosis de Ovidio, Eurídice de Giulio Caccini y Orfeo de Claudio Monteverdi.

El motete
El motete es una forma musical ya marginal en el Barroco. La denominación se reserva para ciertas composiciones religiosas corales escritas a varias voces iguales, frecuentemente en un estilo obsoleto. En el siglo XVII mantuvo cierta vigencia en Alemania e Italia, y en el XVIII aún se usaba a veces la palabra para designar algunas cantatas de estilo concertante.

La cantata
La asunción de la monodia, el recitativo y el estilo concertante por la música de iglesia dio lugar a una nueva forma musical, la cantata, obra de uso litúrgico que intercalaba sinfonías instrumentales, recitativos, arias y coros. Se escribieron también cantatas profanas de cámara.

Los géneros instrumentales
La sonata
Artículo principal: Sonata
Obra instrumental de cámara escrita para uno o dos instrumentos melódicos (violín, flauta travesera, oboe...) y bajo continuo. Derivó de la canzona del Barroco Temprano. Entre los más célebres autores de sonatas están Corelli, Vivaldi y Bach.

A mediados del siglo XVIII la palabra designa también obras para tecla, tales como las más de quinientas sonatas para clave de Domenico Scarlatti.

Preludios, tocatas, fantasías y fugas
Artículo principal: Toccata
Artículo principal: Preludio
Artículo principal: Fantasía (música)
Artículo principal: Fuga
Por regla general, si hay preludio, detrás va una fuga. Los preludios son piezas de dos o tres páginas con una dosis de técnica. Son piezas expresivas, cargadas y con libre interpretación, ya que los trinos y los ornamentos son libres (los crea el propio ejecutante, sin que estén escritos). Las fugas suelen ser a 2, 3, 4 ó 5 voces. Una fuga a dos voces significa que hay una voz con una célula (uno o dos compases) que crea un motivo (una melodía) y al cabo de un tiempo la otra voz lo imita. Una vez imitado, transpone (cambia de tonalidad), hace alguna variación o crea unas falsas repeticiones conocidas como puentes o colas (repetición de la célula sin hacer el motivo completo, sino que simplemente se repite la célula para cambiar, en la mayoría de los casos, de tonalidad). Si una fuga es a tres voces, pasa lo mismo, pero el motivo debe de repetirse tres veces (en voces distintas) y así sucesivamente (si es a cuatro voces, cuatro veces se verá el motivo...).

La suite
Artículo principal: suite
Una suite es un conjunto de movimientos o piezas de danza agrupados.

La suite habitualmente tenía seis partes:

Allemande: danza alemana de compás cuaternario y tempo moderado.
Courante: movimiento que generalmente es un poco más rápido que el anterior, de compás ternario y frecuentes hemiolias.
Zarabanda: danza lenta de compás ternario que acentúa característicamente su segundo pulso, de origen español.
Giga: danza rápida en diversos compases de subdivisión ternaria, de origen irlandés.
Minué: obra parecida a un vals. La suite suele contener dos minués emparejados.
Rondó: pequeña obra basada en la repetición de un tema (A), con intrusiones de (B, C, D, etc.).
Dentro de la suite, la música es digna, aristocrática, vigorosamente rítmica y melódicamente rica, con esa reunión de variedad y decoro de encanto italiano y gravedad teutónica, tan característica de esta época en Alemania.

Obras destacadas del Barroco
Obras destacadas del Barroco Año Obra Compositor
1607 Orfeo (ópera) Claudio Monteverdi
1635 Fiori musicali Girolamo Frescobaldi
16-- Daniele Giacomo Carissimi
1640 Selva morale e spirituale Claudio Monteverdi
1629-44 Symphoniae Sacrae Heinrich Schütz
1666 Pasión según san Mateo Heinrich Schütz
1685 Roland Jean-Baptiste Lully
1689 Dido y Eneas Henry Purcell
1699 Hexacordum apollinis Johann Pachelbel
1700 Sonatas para violín y bajo continuo op. 5 Arcangelo Corelli
1680 c. Canon Johann Pachelbel
1717 Música acuática Georg Friedrich Händel
1722 Conciertos de Brandenburgo Johann Sebastian Bach
1722-44 El clave bien temperado Johann Sebastian Bach
1724 Giulio Cesare Georg Friedrich Händel
1725 Las cuatro estaciones Antonio Vivaldi
1727 Pasión según San Mateo Johann Sebastian Bach
1706-28 3 libros de suites Jean-Philippe Rameau
1713-30 4 libros de órdenes François Couperin
1733 Música para la mesa Georg Philipp Telemann
1742 El Mesías Georg Friedrich Händel
1749 Música para los reales fuegos de artificio Georg Friedrich Händel
1749-50 El arte de la fuga Johann Sebastian Bach
1762 El juicio final Georg Philipp Telemann

Intérpretes contemporáneos de música barroca
En la actualidad la música barroca es interpretada por un gran número de conjuntos musicales en todo el mundo, incluyendo aquellas que ejecutan una amplia variedad de música clásica; existen, sin embargo, conjuntos que se han especializado en música de este periodo, entre los que destacan Ars Antiqua (Austria), Ars Rediviva (República Checa), Collegium Musicum Den Haag (Holanda), Les Cyclopes (Francia), Florilegium early music ensemble (Inglaterra), Fretwork (Inglaterra), Hannoversche Hofkapelle (Alemania), The Harp Consort (varios países), Hilliard Ensemble (Inglaterra), Il Giardino Armonico (Italia), L'Arpeggiata (Europa), Les Muffatti (Bélgica), Musica Antiqua Köln (Alemania), Oni Wytars (varios países), Phantasm (Inglaterra), Red Priest (Inglaterra), Respectable Groove (Inglaterra), Rose Consort of Viols (Inglaterra), Salomon Quartet y Sarband (Alemania), entre otros.

Una de las principales características de estos grupos es que buscan rescatar estilos de interpretación e instrumentos propios de la época barroca. Utilizan afinaciones distintas a las empleadas por las orquestas sinfónicas actuales, así como tempos y ritmos poco ortodoxos (de acuerdo al canon que ha imperado desde finales del S. XIX en Occidente).

¡FELIZ CUMPLEAÑOS ANA MARIA!


QUE TENGAS 365 DIAS LLENOS DE DICHA Y FELICIDAD , TE DESEO CON TODO MI CARIÑO.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Música renacentista europea

La música del Renacimiento o música renacentista es la música clásica europea escrita durante el Renacimiento, entre los años 1400 y 1600, aproximadamente. Las características estilísticas que definen la música renacentista son su textura polifónica, que sigue las leyes del contrapunto, y estar regida por el sistema modal heredado del canto gregoriano. Entre sus formas musicales más difundidas se encuentran la misa y el motete en el género religioso, el madrigal, el villancico y la chanson en el género profano, y las danzas, el ricercare y la canzona en la música instrumental. Entre los compositores más destacados de este periodo se hallan Josquin Desprez, Palestrina, Orlando di Lasso y Tomás Luis de Victoria.

Características generales Estilo La música renacentista se caracteriza por una suave sonoridad que deriva de la aceptación de la tercera como intervalo armónico consonante (uniéndose en esta categoría a quintas y octavas, ya admitidas en la Edad Media) y del progresivo aumento del número de voces, todas de igual importancia y regidas por las reglas del contrapunto: independencia de las voces, preparación y resolución de las disonancias, uso de terceras y sextas paralelas, exclusión de las quintas y octavas paralelas, etc.

El prototipo de pieza renacentista suele presentar pues una textura polifónica, frecuentemente imitativa, y estar escrita para entre tres y seis voces (sean estas vocales o instrumentales), de carácter cantabile y de importancia y carácter similares. Si bien el rango de cada voz supera apenas la octava, la extensión general del conjunto rebasa ampliamente las dos octavas, evitándose el cruce entre las voces (que forzaba a que estas fueran heterogéneas y contrastantes en la polifonía medieval).

El sistema melódico utilizado siguió siendo el de los ocho modos gregorianos; las características modales (opuestas a las tonales) de la música del Renacimiento comenzaron a agotarse hacia el final del período con el uso creciente de intervalos de quinta como movimiento entre fundamentales, característica definitoria de la tonalidad.

Géneros y formas Música religiosa
«Missa alma redemptoris» de Tomás Luis de Victoria, en Misas, magníficat, motetes, salmos y otras varias composiciones, Madrid, tipografía regia, 1600Durante este período la música religiosa tuvo una creciente difusión, debida a la exitosa novedad de la impresión musical, que permitió la expansión de un estilo internacional común en toda Europa (e incluso en las colonias españolas en América). Las formas litúrgicas más importantes durante el Renacimiento fueron la misa y el motete.

La misa cubría el ciclo del ordinario (Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus-Benedictus y Agnus Dei) y se le solía dotar de unidad al basarse en material preexistente. Para ello se seguían dos procedimientos de composición principales:

Misa de cantus firmus: el autor toma una melodía preexistente, bien procedente del canto llano o bien de alguna canción profana, o incluso popular, y la sitúa en una de las voces, habitualmente la llamada Tenor. Las otras voces son creadas ex novo, completando una textura generalmente a cuatro voces, y son llamadas Cantus o Superius, Contratenor Altus (luego Altus) y Contratenor Bassus (luego Bassus). De estas denominaciones proceden los nombres actuales de las voces según sus tesituras. La misa de cantus firmus es típica del siglo XV; ejemplos de ella son las innumerables basadas en la canción L'homme armé, tales como las de Dufay, Busnois, Ockeghem, Guerrero, Morales, Palestrina...
Una variante de este tipo de misa es la de paráfrasis, en la que la melodía preexistente es fragmentada y repartida entre las cuatro voces, como ocurre en la Misa Pange Lingua de Josquin Desprez.

Misa parodia o de imitación: el compositor toma un motete o una canción polifónica anterior (propio o de otro autor), este ya de tipo polifónico, y utiliza el material melódico y armónico: motivos de imitación, cadencias típicas o a veces incluso fragmentos completos, pero reelaborando el material, añadiendo motivos y a veces voces nuevas, y siempre, naturalmente, cambiando el texto. Este es el procedimiento habitual en el siglo XVI, como ejemplifican la Misa Malheur me bat de Josquin Desprez, basada en una canción Ockeghem, o la Misa Mille regretz de Cristóbal de Morales, basada a su vez en una canción de Josquin.
El motete renacentista era una pieza polifónica de texto sacro y en latín. Deudor en un principio del motete medieval, del cual procedía, pronto asumió una continua textura imitativa de voces de igual importancia (en número cada vez mayor: cuatro en el siglo XV, cinco o seis a finales del XVI), con frases musicales imbricadas y nuevos motivos para cada frase textual. En el motete el autor generalmente creaba material puramente original, sin tomar préstamos ajenos como en la misa. En el siglo XVI se desarrollan amplios motetes bipartitos y, en la escuela veneciana, los policorales, para ocho o incluso doce voces. Ejemplos sobresalientes de motete renacentista son el Ave Maria de Josquin o el Lamentabatur Jacob de Morales.

Géneros sagrados importantes, ya en lengua vernácula, fueron el villancico religioso español, el madrigal espiritual, la lauda italiana y el coral luterano.

Música vocal profana [editar]Un gran número de impresos y cancioneros manuscritos nos han hecho llegar el amplísimo repertorio polifónico profano renacentista. Aquí sí es posible reconocer formas peculiares de cada país:

En Italia, la villanella, la frottola y el madrigal.
En España, el romance y el villancico.
En Francia, una vez superadas las formas medievales aún vigentes en la escuela borgoñona (rondeau, virelay, ballade) se creó la peculiar chanson polifónica parisina.
En Inglaterra se imitó el estilo madrigalístico italiano, apareciendo hacia 1600 la canción con laúd isabelina.
Hacia el final del período aparecen los primeros antecedentes dramáticos de la ópera tales como la monodia, la comedia madrigal y el intermedio.

Música instrumental De modo paralelo a la extensión del rango vocal de la polifonía, los instrumentos ampliaron su tesitura creándose familias completas de cada modelo; cada tamaño era nombrado con el nombre de la voz equivalente: así, por ejemplo, se crean flautas de pico soprano, alto, tenor y bajos de varias tallas, y un proceso semejante siguen instrumentos de cuerda como las violas da gamba, de metal como los sacabuches o de madera como las chirimías.

Los instrumentos participaban junto con las voces en la ejecución de la música polifónica; por ejemplo, está perfectamente documentada la presencia regular de ministriles (flautas, cornettos, sacabuches, chirimías y bajones) en las catedrales ibéricas del siglo XVI. Además, mucha música polifónica se ejecutaba de forma puramente instrumental, fuera en conjuntos homogéneos (llamados consorts), en grupos que combinaban instrumentos de diversas familias o sobre instrumentos propiamente polifónicos, como el órgano, el virginal, el arpa, el laúd o, en España, la vihuela.

Eran habituales los conjuntos domésticos de instrumentistas aficionados. Frecuentemente esos músicos amateur (e incluso muchos profesionales) eran incapaces de leer la notación musical convencional, por lo que la música instrumental solía escribirse en un sistema de escritura peculiar para cada instrumento, llamado tablatura: hay así tablaturas renacentistas específicas para tecla, laúd, arpa, vihuela, etc. El laúd, derivado del al'ud medieval, se convirtió pronto en el instrumento doméstico solista más popular en Europa. De diversos tamaños y forma de pera, se fabricaba con gran diversidad de materiales, tratados con extrema exquisitez artesanal. Tenía una cuerda simple y cinco dobles y el clavijero vuelto hacia atrás; permitía ejecutar acordes, melodías, escalas y gran número de ornamentos, y se utilizaba como instrumento solista, con el canto y en conjuntos de cámara. La vihuela de mano fue su equivalente español.

La relativa escasez de fuentes de música específicamente instrumental (por comparación con la abundancia de fuentes vocales, y especialmente considerando el siglo XV) no debe llevar a la errónea conclusión de que su uso fuera poco habitual o su nivel técnico bajo: los primeros tratados de enseñanza de cada instrumento (como los que dedican Ganassi a la flauta de pico y Diego Ortiz a la viola da gamba) denotan un muy alto nivel técnico y musical; sin embargo, la técnica instrumental solía transmitirse oralmente y su música específica era raramente escrita: era habitual la improvisación, fuese directa o sobre material vocal preexistente (disminución). Gracias a los tratados de la época se conocen, también, problemas de afinación, de altura, temperamento u ornamentación. Uno de los primeros libros de este tema aparecidos fue el Musica getutscht und ausgezogen (Resumen de la música en alemán), obra de Sebastian Virdung de 1511.

Las principales formas instrumentales de la época fueron:

Formas derivadas de modelos vocales: al tocar habitualmente los instrumentistas piezas vocales, compusieron formas similares, si bien sin texto: del motete derivaron piezas polifónicas imitativas, llamadas ricercare, fantasía o tiento, mientras que de la chanson derivó la canzona, generalmente más viva y más dividida en secciones que los anteriores.
Danzas: una de las funciones tradicionales de los instrumentistas era, naturalmente, el acompañamiento de la danza. Solían estar escritas a cuatro voces, en una sencilla textura homofónica. Hay abundantes ejemplos de danzas de todo tempo y compás, como la bajadanza, la pavana, la gallarda, la alemanda o la courante.
Formas improvisatorias: los músicos anotaban a veces sus improvisaciones más logradas. Podía tratarse bien de puras improvisaciones para un instrumento polifónico (toccata, preludio, de nuevo tiento), bien de variaciones melódicas ornamentales sobre una o varias voces de un modelo vocal preexistente (recercada, disminuciones) o bien de largas series de variaciones sobre un basso ostinato muy conocido, como la romanesca, el Conde Claros, el passamezzo antiguo o el passamezzo moderno.
Teoría y notación Las composiciones del Renacimiento estaban escritas únicamente en particellas; las partituras generales eran muy raras, y las barras de compás no se usaban. Las figuras eran generalmente más largas que las usadas en nuestros días; la unidad de pulso era la semibreve, o redonda. Como ocurría desde el Ars Nova cada breve (cuadrada) podía equivaler a dos o tres semibreves, que podría ser considerada como equivalente al "compás" moderno, aunque era un valor de nota y no un compás. Se puede resumir de esta forma: igual que en la actualidad, una negra puede equivaler a dos corcheas o tres que se escribirían como un "tresillo". En la misma lógica se puede tener dos o tres valores más cortos de la siguiente figura, la "mínima" (equivalente a la moderna "blanca") de cada semibreve. Estas diferentes permutaciones se denominan "tempus perfecto/imperfecto" según la relación de breve-semibreve y "prolación perfecta/imperfecta" en el caso de la relación semibreve-mínima, existiendo todas las combinaciones posibles entre uno y otro. La relación tres-uno se llamó "perfecta," y la dos-uno "imperfecta." Para las figuras aisladas existían reglas que reducían a la mitad o doblaban el valor ("imperfeccionaban" o "alteraban," respectivamente) cuando estaban precedidas o seguidas de determinadas figuras. Las figuras con la cabeza negra (como las negras) eran menos habituales. Este desarrollo de la notación mensural blanca es el resultado de la popularización del uso (sustituyendo al pergamino) del papel, más débil y que no permitía el rasgado de la pluma para rellenar las notas; la notación de la época precedente, escrita en pergamino, era negra. Otros colores, y más tarde, el relleno de las notas (ennegrecimiento) fueron usados para indicar imperfecciones o alteraciones, etc.

Contexto social El ascenso de la burguesía como clase social, las ideas del Humanismo (incluyendo la revalorización de las artes como puro disfrute personal) y el invento de la imprenta produjeron una extraordinaria y nueva difusión de la música culta. Esta pasó de ser un privilegio sólo al alcance de la nobleza y el alto clero, y ejecutada exclusivamente por profesionales, a ocupar también un lugar en el ocio de las clases medias, que consumían la amplia literatura musical profana publicada en toda Europa para uso casero de aficionados: canciones polifónicas en Francia, libros de vihuela y villancicos en España, madrigales en Italia e Inglaterra... Tocar un instrumento musical pasó de ser tarea propia de menesterosos a refinado pasatiempo de las clases altas, recomendado incluso por Maquiavelo en El Príncipe.

Historia y evolución [editar]Los dos siglos abarcados por el estilo renacentista suelen ser históricamente divididos en cinco generaciones de compositores.

Primera generación: las escuelas inglesa y borgoñona (1400-1450)
Guillaume Dufay y Gilles BinchoisLa influencia del nuevo estilo inglés (John Dunstable, Leonel Power), basado en el uso de terceras y sextas como consonancias (practicadas de forma improvisada y sistemática en el fabordón), hizo que fueran desapareciendo los rasgos de la música medieval tardía, tales como la isorritmia y la sincopación extrema, resultando un estilo más límpido y fluido. Si bien se perdió complejidad rítmica, se ganó en vitalidad rítmica y el empuje armónico cadencial se convirtió en un aspecto importante hacia mediados del siglo.

Es en esta época cuando fueron gradualmente establecidas las reglas del contrapunto académico, aún hoy de algún modo vigentes en la enseñanza escolástica, tales como la prohibición de quintas y octavas paralelas y la restricción de las directas. Los más notables autores de este tiempo estuvieron en la órbita del ducado de Borgoña (que incluía también tierras de las actuales Holanda, Bélgica y el norte de Francia), como Guillaume Dufay y Gilles Binchois. Sus misas presentan ya voces de similar importancia, texturas a cuatro voces, imitaciones y control de la disonancia; sin embargo en sus chansons podemos reconocer aún ciertos rasgos medievales, como las formas trovadorescas (rondeau, virelay, ballade), la textura a tres voces de las que las dos inferiores se cruzan y parecen instrumentales... Incluso sus motetes, como el célebre Nuper rosarum flores de Dufay (escrito para la inauguración de la cúpula de la catedral de Florencia de Brunelleschi) presentan aún isorritmia y otros rasgos ya obsoletos.

La segunda generación franco-flamenca (1450-1480) En la generación de Antoine Busnois y Johannes Ockeghem se afianzaron las nuevas reglas del contrapunto, consolidándose la polifonía imitativa en un estilo erudito de frases larguísimas y sofisticadas. Se usaron extensamente las técnicas del canon, convencional o mensural (Ockeghem incluso compuso una misa, la Prolationum, en la cual todas las piezas se derivaban canónicamente a partir de una sola línea musical), resultando un complejo estilo que se puede quizás correlacionar con el detallismo imperante en la pintura y la arquitectura de la época.

La tercera generación franco-flamenca: el estilo internacional (1480-1520)
Josquin DesprezTodavía en torno a 1500 los mejores compositores surgen de las actuales Bélgica y norte de Francia, fruto de una larga tradición local que exportaba maestros de capilla a toda Europa, y especialmente a Italia: Compère, Agricola, Obrecht, Isaac, Mouton, de la Rue... Aparece así uno de los mayores genios de la historia musical, Josquin des Prez, cuyo estilo claro, limpio y elegante se convierte en modelo de estilo polifónico para toda Europa: cadencias claras y frecuentes, secciones a dos o tres voces, pasajes homofónicos que subrayan el texto, clara articulación general de la forma, líneas melódicas equilibradas y de apariencia sencilla... Gracias a su enorme influencia y a la imprenta se consolidará un estilo internacional común en Alemania, Italia, España, Francia e Inglaterra. Entre las muchas obras maestras de Josquin, de todos los géneros, cabría destacar la Misa Pange Lingua.

Durante las décadas de inicio del siglo XVI la convención musical de un tactus (pensemos en el moderno compás) de dos semibreves=una breve comenzó a ser tan común como el de tres semibreves=una breve, como había sido habitual hasta entonces.

La cuarta generación (1520-1560)
Cristóbal de MoralesEntrado ya el siglo XVI el estilo internacional (fuertemente influenciado por Josquin) se impone en la música religiosa, si bien autores como el español Cristóbal de Morales o Nicolas Gombert tienden a aumentar el número de voces (típicamente cinco), homogeneizar la textura, alargar frases y ocultar las cadencias, volviéndose de algún modo así a las maneras más complejas y refinadas de Ockeghem.

Es en esta época cuando se consolidan los estilos locales de la música profana: aparecen el nuevo madrigal italiano (Festa, Arcadelt, Verdelot) y la chanson parisina (con frecuencia homofónica, y muchas veces onomatopéyica y humorística). En España se publican libros para vihuela que incluyen canciones para voz con acompañamiento (Narváez, Fuenllana, Milán, Mudarra...).

La quinta generación (1560-1600) [editar]Teniendo entonces el oficio de músico (cantor, maestro de capilla, organista, ministril...) una gran dependencia de la Iglesia, la convulsión provocada por la Reforma protestante y la Contrarreforma afectó de lleno al estilo musical. Pasado el peligro de supresión de la polifonía (que sí se ejecutó entre algunos reformistas radicales), el concilio de Trento desalentó la excesivamente compleja por impedir la comprensión del texto, fomentando la homofonía y en general la claridad. Palestrina vino a cultivar un fluido estilo de contrapunto libre en una densa y rica textura en la cual las disonancias eran seguidas por consonancias en cada pulso, y los retardos eran muy habituales. Este estilo quedó fijado como modelo para la música religiosa de su tiempo (aunque quizás no tanto como ha querido ver la historiografía decimonónica), y desde entonces para la enseñanza del contrapunto académico. Coetáneos de Palestrina fueron algunos de los polifonistas más reconocidos por la posteridad: Orlando di Lasso, Tomás Luis de Victoria y William Byrd.

En este período, el tactus era generalmente de dos semibreves por breve, con tres por breve para los efectos especiales y las secciones culminantes; se trataba de una revocación casi completa de la técnica que había prevalecido en el siglo anterior.

La disolución del estilo renacentista Diversas razones, algunas de origen puramente musical y otras ideológicas (las reformas religiosas, el intento de recreación del teatro griego por los humanistas en la ópera) causaron las progresiva descomposición del estilo musical típico del Renacimiento: la policoralidad, el estilo concertante, la creación de la monodia y la consiguiente aparición del bajo continuo disolvieron la textura polifónica, mientras el cromatismo extremo y las tendencias tonales (como las quintas como movimiento entre fundamentales) rompían el sistema modal diatónico.

La policoralidad En Venecia, desde 1534 hasta aproximadamente 1600, se desarrolló el impresionante estilo policoral, que dio a Europa algunas de las más espléndidas composiciones musicales de aquellos tiempos, con los múltiples coros de cantantes, metales y cuerdas en diferentes espacios de la Basílica de San Marcos de Venecia (ver Escuela Veneciana). Estas múltiples combinaciones, que contenían ya el germen del estilo concertante, se difundieron por toda Europa en las décadas posteriores, empezando por Alemania y propagándose poco después a España, Francia e Inglaterra, marcando el principio del cambio estilístico que conduciría al Barroco musical.

La monodia acompañada Empezó en Florencia, donde hubo un intento de revivir el drama y el estilo musical de la antigua Grecia mediante la monodia, un canto declamado sobre un acompañamiento instrumental simple (similar ya al bajo continuo); el contraste con el estilo polifónico entonces dominante era absoluto. Inicialmente la monodia fue utilizada sólo en la música profana. Estos músicos fueron conocidos como la Camerata Florentina.

El manierismo A finales del siglo XVI, acabando el Renacimiento, se desarrolló un estilo manierista radical. En música profana, especialmente en el madrigal, había una tendencia hacia la complejidad y hacia el cromatismo extremo (como se observa en las madrigales de Luzzaschi, Marenzio, y Gesualdo). Musica reservata es un término que se refiere a un estilo o a una práctica musical a cappella de la época tardía, principalmente en Italia y el sur de Alemania, asociado al refinamiento, cierta exclusividad y una intensa expresión emocional del texto cantado. Además, en muchos compositores se observa una división en sus propios trabajos entre la primera práctica (observancia de las reglas estrictas del contrapunto) y segunda práctica (música del nuevo estilo) durante la primera parte del siglo XVII.

Tendencias conservadoras [editar]Es esta época tardorrenacentista la que ve nacer la llamada Escuela Romana. Muchos de sus compositores tenían una conexión directa con el Vaticano y con la capilla papal, aunque trabajaron en otras iglesias; los compositores romanos eran estilísticamente más conservadores que los de la Escuela Veneciana. El origen de la Escuela Romana fue Giovanni Pierluigi da Palestrina, cuyo nombre ha sido asociado por más de 400 años con la tranquila, clara y perfecta polifonía.

El breve pero intenso florecimiento del madrigal en Inglaterra, sobre todo entre 1588 y 1627, es conocido como la Escuela Madrigalística Inglesa. Los madrigales ingleses eran a cappella, predominantemente ligeros en estilo, y generalmente empezaban como copias o traducciones directas de los modelos italianos. La mayoría fueron escritos para entre 3 y 6 voces.

Compositores del Renacimiento Martin Agricola (1486-1556)
Gregor Aichinger (1564-1628)
Elias Nicolaus Ammerbach (1530-1597)
Thoinot Arbeau (1520-1595)
Jacques Arcadelt (ca.1504-1568)
Thomas Ashwell (c. 1478-c. 1527)
Hugh Aston (ca.1485-1558)
Pierre Attaingnant (ca.1494-ca.1551)
Bálint Bakfark (1507-1576)
Adriano Banchieri (1568-1634)
Rufino Bartolucci (1475-1550)
Juan Bermudo (ca.1510-ca.1565)
Gilles Binchois (ca.1400-1460)
Antoine Brumel (ca.1460-ca.1520)
Hans Buchner (1483-1538)
John Bull (ca.1562-1628)
Antoine Busnois (ca.1433-1492)
William Byrd (ca.1543-1623)
Antonio de Cabezón (1510-1566)
Giulio Caccini (ca.1545-1618)
Thomas Campion (1567-1620)
Marchetto Cara (ca.1470-ca.1525)
Eustache du Caurroy (1549-1609)
Emilio de Cavalieri (ca.1550-1602)
Girolamo Cavazzoni (o Hieronimo d'Urbino) (ca.1520-ca.1577)
Pierre Certon (ca.1515-1572)
Jacob Clemens non Papa (ca.1510-ca.1555)
Loyset Compère (ca.1445-1518)
William Cornysh (ca.1468-1523)
Guillaume Costeley (ca.1530-1606)
Richard Davy (ca.1467-ca.1516)
Josquin Des Prés (ca.1440-1521)
Girolamo Diruta (1561-ca.1610)
John Dowland (1563-1626)
Guillaume Dufay (ca.1400-1474)
John Dunstable (ca.1390-1453)
Juan del Encina (1469-ca.1533)
Pedro de Escobar (ca.1465-ca.1535)
Giles Farnaby (1560-1640)
Richard Farnaby (1594-1623)
Robert Fayrfax (1464-1521)
Gaspar Fernández (ca.1565-1629)
Constanzo Festa (ca.1490-1545)
Walter Frye (ca.1450-1475)
Andrea Gabrieli (ca.1510-1586)
Giovanni Gabrieli (ca.1557-1612)
Vincenzo Galilei (1520-1591)
Jacobus Gallus (1550-1591)
Claude Gervaise (fl. 1550)
Carlo Gesualdo (1566-1613)
Orlando Gibbons (1583-1625)
Nicolas Gombert (ca.1495-ca.1560)
Claude Goudimel (ca.1510(14)-1572)
Pierre Guédron (ca.1570-ca.1620)
Francisco Guerrero (1528-1599)
Charles Guillet ( fin siglo XVI-1654)
Jean Guyot de Châtelet (1512-1588)
Lupus Hellinck, (1493 o 1494 - ca.1541)
Paul Hofhaimer (1459-1537)
Sigismondo d'India (ca.1580-1629)
Marc Antonio Ingegneri (ca.1547-1592)
Heinrich Isaac (ca.1450-1517)
Clément Janequin (ca.1485-1558)
John Jenkins (1592-1678)
Jacobus de Kerle (1531-1591)
Leonhard Kleber (ca.1495-1556)
Pierre de La Rue (ca.1460-1518)
Roland de Lassus (u Orlando di Lasso) (1532-1594)
Claude Le Jeune (ca.1530-1600)
Leonhard Lechner (ca.1553-1606)
Alonso Lobo (1555-1617)
Luzzasco Luzzaschi (ca.1545 -1607)
Filipe de Magalhaes (1571-1652)
Giorgio Mainerio (ca.1535-1582)
Pierre de Manchicourt (ca.1510-1564)
Jachet de Mantoue (1483-1559)
Luca Marenzio (ca.1553-1599)
Claudio Merulo (1533-1604)
Luis de Milán (ca.1500-1561)
Philippe de Monte (1521-1603)
Claudio Monteverdi (1567-1643)
Cristóbal de Morales (ca.1500-1553)
Thomas Morley (ca.1557-1602)
Robert Morton (ca.1430-ca.1479)
Jean Mouton (ca.1459-1522)
Alonso Mudarra (ca.1510-1580)
Giovanni Maria Nanino (ca.1543-1607)
Luys de Narváez (ca.1500-1555)
Hans Neusidler (1508/09-1563)
Jacob Obrecht (1457/8-1505)
Johannes Ockeghem (ca.1410-1497)
Caspar Othmayr (1515-1553)
Diego Ortiz (ca.1510-ca.1570)
Pierre Passereau (ca.1503-1557)
Giovanni Pierluigi da Palestrina (1526-1594)
Francisco de Peñalosa (ca.1470-1528)
Jacopo Peri (1561-1633)
Claude Petit Jean (fl. 1562-1592)
Peter Philips (ca.1560-1628)
Constanzo Porta (ca.1528-1601)
Jacob Praetorius l'Ancien (?-1586)
Michael Praetorius (1571-1621)
Paolo Quagliati (ca.1555-1628)
Cypriano de Rore (ca.1515-1565)
Arnold Schlick (ca.1460-ca.1521)
Ludwig Senfl (ca.1486-ca.1542)
Claudin de Sermisy (ca.1490-1562)
John Sheppard (ca.1515-ca.1559)
Alessandro Striggio (ca.1540-1592)
Tielman Susato (ca.1510/15-ca.1570)
Jan Pieterszoon Sweelinck (1562-1621)
Thomas Tallis (1505-1585)
Thomas Tomkins (1572-1656)
Christopher Tye (c. 1505-c.1573)
Jacobus Vaet (1529-1567)
Enríquez de Valderrábano (ca.1500-ca.1557)
Antonio Valente (ca.1520-ca.1580)
Orazio Vecchi (1550-1605)
Luis Venegas de Henestrosa (ca.1510-ca.1577)
Philippe Verdelot (ca.1475-ca.1552)
Tomás Luis de Victoria (ca.1548-1611)
Johann Walther (1496-1570)
Gaspar van Weerbecke (ca.1455-ca.1517)
Giaches de Wert (1535-1596)
Thomas Weelkes (1576-1623)
Adriaan Willaert (1490-1562)
Gioseffo Zarlino (1517-1590)