lunes, 12 de enero de 2009

Para tí..... Primavera

Las hadas, las bellas hadas,

existen, mi dulce niña,

Juana de Arco las vio aladas,

en la campiña.


Las vio al dejar el mirab,

ha largo tiempo, Mahoma.

Más chica que una paloma,

Shakespeare vio a la Reina Mab.


Las hadas decían cosas

en la cuna

de las princesas antiguas:

que si iban a ser dichosas

o bellas como la luna;

o frases raras y ambiguas.


Con sus diademas y alas,

pequeñas como azucenas,

había hadas que eran buenas

y había hadas que eran malas.


Y había una jorobada,

la de profecía odiosa:

la llamada

Carabosa.


Si ésta llegaba a la cuna

de las suaves princesitas,

no se libraba ninguna

de sus palabras malditas.


Y esa hada era muy fea,

como son

feos toda mala idea

y todo mal corazón.


Cuando naciste, preciosa,

no tuviste hadas paganas,

ni la horrible Carabosa

ni sus graciosas hermanas.


Ni Mab, que en los sueños anda,

ni las que celebran fiesta

en la mágica floresta

de Brocelianda.


Y, ¿sabes tú, niña mía,

por qué ningún hada había?

Porque allí

estaba cerca de ti

quien tu nacer bendecía:

Reina más que todas ellas:

la Reina de las Estrellas,

la dulce Virgen María.


Que ella tu senda bendiga,

como tu Madre y tu amiga;

con sus divinos consuelos

no temas infernal guerra;

que perfume tus anhelos

su nombre que el mal destierra,

pues ella aroma los cielos y la tierra.

(Pequeño Poema Infantil – Rubén Darío)