Con la aprobación de Carrascosa, se fueron los dos autores a visitar al director de El Bazar, y empezar las condiciones teatrales y económicas . La compañía titular era de cuarta categoría, gente que no había tenido la suerte de entrar en compañías de categoría, o ya actores que antes de retirarse definitivamente mataban el gusanillo de las tablas dando lo mejor de si mismos en El Bazar.
Carrascosa al ver el elenco de que disponía, pensó en reforzar los principales papeles del reparto, sobre todo el barítono, para el que había escrito una partitura muy exigente, ya que era el protagonista. Don Marcelo Languilla, comerciante de tejidos de exportación y propietario de el Bazar, era una persona sin mas aspiraciones que las de ganar dinero, poco le importaba el teatro, en el que no invertía casi nada para hacer mejoras en su teatrillo ni en su compañía lírico – dramática.
