Luis ya tenia experiencia de haber estrenado algún sainete en cierto teatrillo, un barracón, de la calle Leganitos llamado con el rutilante nombre de El Bazar de Talía ; donde no lé costaría mucho esfuerzo que se representase La Fuente Misteriosa. .
Aunque los medios artísticos con los que contaba dicho antro del arte escénico dejaban bastante que desear, o mejor dicho, estaban en sintonía con el barracon. A pesar de esto, era la única solución para dar a conocer tan insigne y meritoria obra.