El narrador mexicano Jorge Volpi se ha estrenado como profesor del ciber-taller de literatura desde la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Tenía claro que su clase sólo podría resultar útil si no era normativa, si no intentaba imponer una sola manera de escribir. "Hay cuestiones técnicas que se pueden aprender, pero lo esencial es la libertad artística consciente de cada uno", ha dicho. Este sería su decálogo:
1. El novelista se ha centrado en la estructura de una novela, aunque considera que "un poema, un cuento, un libro de cuentos, un ensayo o un libro de ensayos también la necesitan".
2. Se declara fan del uso de la tercera persona: "El narrador omnisciente, que todo lo sabe, ha pasado de moda. Da una imagen de dogmatismo que resulta incómoda en nuestros días". Aunque confiesa que casi todos los libros que ha escrito están en primera persona. Probablemente porque su uso tiene truco: "Es siempre testimonial, y el lector tiende a creerle siempre a un narrador en primera persona".
3. En su opinión resulta fundamental desde el principio "decidir quién o quiénes van a contar la historia, cuándo, desde dónde, por qué".
4. Seguidamente hay que encontrar el tono "que, como en la música, resulta tan difícil de definir o aprehender". "Cuando funciona está relacionado con la historia misma, pero que le otorga esa condición que la vuelve distinta a cualquier otra".
5. Para escribir desde el punto de vista de varios personajes Volpi está abierto a toda posibilidad: "Desde nombrar cada voz, como Faulkner en Mientras agonizo, hasta entremezclarlas en el cuerpo de la narración. Cualquier solución es válida, si funciona y resulta verosímil".
6. A sus ciber-alumnos Volpi ha sugerido que depuren sus textos: "Corregir, para mí, es siempre eliminar. Depurar una novela de lo que le sobre. Klingsor tenía 800 páginas y Nos será la tierra 900, ambas quedaron al final en 450".
7. Está convencido de que una estructura demasiado elaborada -"la mera pirotecnia estructural"- puede convertirse en una maraña indescifrable: "Lo he llegado a sentir, sí, en alguna ocasión. Adoro armar estructuras pero, ya lo he dicho, lo importante es permitir luego que historias y personajes vivan en ellas. Sólo debe ser enrevesada o sorprendente si así lo exige la historia, si era la única manera en que la historia podía ser contada".
8. Pide parar cuando uno se bloquea en la escritura. "Uno puede optar por el descanso y la lectura, o bien por intentar escribir disciplinadamente todos los días hasta que algo valga la pena en realidad". Por suerte, asegura no haberlo sufrido pero sí ha descubierto "después de 100 o 200 páginas que un libro no sirve y tener que desecharlo".
9. Si es una ópera prima Volpi recomienda "tomar muchas notas previas; perfilar a los personajes, si es posible con sus vidas completas; hacer un dibujo de la estructura del libro; intentar, incluso, un breve resumen por capítulos".
10. No hay que desesperarse, encontrar la fórmula adecuada "sólo se descubre poco a poco, después de escribir cientos o incluso miles de páginas".
El jueves Volpi retomará el taller hoy jueves de las 16 a las 18 horas.