miércoles, 7 de septiembre de 2011
La conquista de Valencia
Este itinerario comienza, precisamente, en Cella, y sigue las huellas del Cid por las numerosas localidades tributarias del Cid (Montanejos, Jérica, Segorbe...) hasta llegar a Valencia. En el Cantar, el Cid entra en un territorio hostil y desconocido, en el que sólo la movilidad de su mesnada y la fuerza pueden asegurar su supervivencia. En esta parte, el poema narra cómo durante varios años el Cid se desplaza por las costa y las sierras valencianas en perpetua lucha, debilitando el corazón del reino hasta que, finalmente, tras un duro asedio, que se prolonga durante diez meses, Valencia "la clara" así cantada por poetas y descrita por geógrafos árabes, se rinde al Campeador, hecho histórico e insólito en la España medieval.