La ruta del Cantar discurre entre las márgenes de los ríos Jalón y Jiloca: dos vegas en las que el Cid cobraba sus tritutos. La negativa de una de estas localidades - Alcocer - a pagar, provocó la conquista de su castillo y la posterior batalla de Alcocer. Este itinerario cidiano pone de manifiesto la importancia del agua en la Edad Media. A su paso por Zaragoza, el camino puede recorrerse por caminos senderistas o bien por carretera.
lunes, 26 de septiembre de 2011
El Camino del Cid en la provincia de Zaragoza
Una parte importante del Camino del Cid hacia el destierro discurre en los dominios islámicos de la Taifa de Zaragoza, a cuyo servicio estuvo el Cid histórico durante varios años. Zaragoza fue, durante los siglos XI y XII una de las taifas más importantes de Al-Ándalus, así como un centro artístico e intelectual de primer orden.
La ruta del Cantar discurre entre las márgenes de los ríos Jalón y Jiloca: dos vegas en las que el Cid cobraba sus tritutos. La negativa de una de estas localidades - Alcocer - a pagar, provocó la conquista de su castillo y la posterior batalla de Alcocer. Este itinerario cidiano pone de manifiesto la importancia del agua en la Edad Media. A su paso por Zaragoza, el camino puede recorrerse por caminos senderistas o bien por carretera.
La ruta del Cantar discurre entre las márgenes de los ríos Jalón y Jiloca: dos vegas en las que el Cid cobraba sus tritutos. La negativa de una de estas localidades - Alcocer - a pagar, provocó la conquista de su castillo y la posterior batalla de Alcocer. Este itinerario cidiano pone de manifiesto la importancia del agua en la Edad Media. A su paso por Zaragoza, el camino puede recorrerse por caminos senderistas o bien por carretera.