miércoles, 3 de agosto de 2011

El ascenso al puerto del Palo, flanqueado por un tupido bosque de hayas y robles y salvando los arroyos del Nisón por puentes de madera, se queda grabado para siempre. Sin duda alguna es el mayor desnivel del Camino Primitivo. Se asciende desde los 524 metros de altura hasta los 1.145 de su cima. Es el tramo más agotador y a su vez uno de los más gratificantes de toda la peregrinación. El camino asciende por la vega del río Nisón y nos lleva hasta encontrarnos con el mojón que indica el desvío al albergue de Peñaseita. El que haya dormido aquí se habrá ahorrado esta ligera subida. La senda sigue hasta La Reigada, cruza este minúsculo núcleo y se introduce en el bosque. Este tramo es el más bonito y agreste. Se pasan varios puentes de madera bajo robles y hayas y se continúa ascendiendo hasta pasar los 900 metros de altitud, donde se encuentra la carretera. Un centenar de metros más adelante se coge otro sendero que en línea recta salva el desnivel restante hasta situarse en el alto del puerto.
Tras este espectáculo inicial y un descenso por camino se llega hasta Montefurado. Nombre del pueblo solitario que parece emerger de la montaña y que bien parece el decorado de una película, con sus casas en piedra pizarra. Unas gallinas, un mastín y su dueño son los únicos signos vitales en varios kilómetros a la redonda. Tras deleitarse con sus vistas hay que poner marcha hacia Texu de Lago. Se sortea una valla y entre vacas asturianas se sube hasta una loma. Tras ella aparecen otro par de vallas que hay que volver a pasar para descender hasta la carretera. El camino discurre a la izquierda de ésta y bordea una ladera para entrar en Lago, donde a la entrada, junto a la iglesia parroquial, crece un soberbio tejo. El camino asciende hasta la AS-14, y abandona así la población. Desde Lago hasta Berducedo esperan tres kilómetros suaves por un pinar de repoblación y un camino entre prados vallados. Se puede observar al fondo el parque eólico bajo el que pasarán la noche los que duerman en La Mesa. Berducedo, anejo del concejo de Allande, es otra alternativa más de final de etapa gracias a sus dos albergues de peregrinos. Para llegar hasta La Mesa se abandona la localidad por un fuerte repecho que desemboca en una carretera comarcal.