miércoles, 20 de julio de 2011

Propuesta

. Donde antes circulaban  miles de coches  ahora se ha convertido en un gran parque lineal, un corredor verde  que se extiende  desde El Pardo hasta Getafe, uniendo bosques, espacios verdes, jardines históricos y parques urbanos, que estaban dispersos y sin conexión entre ellos, dotando a Madrid  de una infraestructura medioambiental única en el concierto de grandes metrópolis.  Esta operación  ha permitido que la ciudad mire hacia el sur  y el oeste, incorporando al centro la Casa de Campo, recuperando e integrando, por fin, el río en la estructura urbana, y haciendo del Manzanares  un nuevo eje vertebrador de la ciudad.
La reforma de la M-30 y su soterramiento en la zona oeste, a lo largo del río Manzanares, se realizó en la legislatura 2003-2007, a través del proyecto Calle 30. En 2005 el Ayuntamiento de Madrid convocó  un concurso internacional de ideas  para recuperar los espacios liberados del tráfico, del que resultó ganador el proyecto presentado por el equipo M-Río, formado por los estudios de arquitectura Burgos  & Garrido; Porras&La Casta; Rubio & Álvarez Sala; y por el estudio holandés de paisajismo  West 8.
Durante la legislatura 2007-2011, el Ayuntamiento de Madrid  llevó a cabo  la ejecución del proyecto Madrid Río, que se concluyó el día 15 de abril de 2011, extendiéndose a una superficie total de 1.210.881 metros cuadrados, donde se han plantado 33.623 nuevos árboles de 47 especies, 470.844 arbustos de 38 especies, y 210.898 metros cuadrados de pradera.
Madrid Río es un espacio con accesibilidad universal, que se estructura en torno a nueve ámbitos de referencia:  el paseo arbolado, que se denomina Salón de Pinos y  vertebra todo el parque; las seis áreas ajardinadas  repartidas de norte a sur ( jardines de Aniceto Marinas, Virgen del Puerto, Puente de Segovia, Puente de Toledo, Matadero y parque de Arganzuela), el bulevar  de la avenida de Portugal, que prolonga el parque hacia el oeste, y la Huerta de la Partida, que se configura como nexo de unión con la Casa de Campo.
A lo largo de Madrid Río  se extienden 30 kilómetros de sendas ciclables; 33 pistas deportivas  para la práctica de patinaje, skate, escalada, fútbol 7 y 11, fútbol sala, pádel, tenis, baloncesto y  ciclismo BMX; 17 áreas de juegos infantiles con 65 elementos; 3 circuitos biosaludables con 22 elementos; 7 pistas de petanca; 12 mesas de juegos;  tres plataformas de eventos culturales en el Puente del Rey y Matadero y un  Centro de Interpretación del Río Manzanares, a lo que se suma el Complejo Cultural de Matadero Madrid. Además, con el fin de facilitar la estancia y el disfrute del nuevo parque, se han instalado 5.506 nuevos bancos, 63 fuentes para beber, 637 horquillas aparcabicis y 84 aparcabicis, así como 8.528 luminarias.
Para facilitar la permeabilidad entre los distritos situados en ambas márgenes del río, existen 33 pasos, entre los que destacan  puentes de nueva creación que por su singularidad constituyen nuevos iconos urbanos, como el puente monumental de Arganzuela, los puentes gemelos del Invernadero y del Matadero, el puente del Principado de Andorra, o el denominado puente oblicuo, construido sobre lo que antes eran calzadas de la antigua M-30 en superficie.  Los nuevos pasos vienen a sumarse a los puentes históricos del Rey, Segovia o Toledo, entre otros. El agua es uno de los principales protagonistas del parque, que cuenta con  13 fuentes ornamentales,  y una playa urbana formada por tres recintos acuáticos que se sitúa en el Parque de la Arganzuela, y  viene a dar respuesta a la petición que hicieron los niños en el Concurso Infantil y Juvenil Madrid Río.  Asimismo,  este nuevo pulmón verde constituye un punto privilegiado para contemplar la ciudad, a través de cinco  miradores: glorieta de San Vicente, huerta de la Partida, puente de Segovia, puente de Arganzuela, y  pasarela peatonal y ciclista del nudo sur