Camino del Cid puede recorrerse sobre dos plataformas distintas: por carretera y por sendero. El camino por carretera está pensado inicialmente para vehículos de motor, pero al transitar en un 80% por carreteras secundarias con baja densidad de tráfico es elegido por muchos cicloturistas que prefieren el asfalto a los caminos de montaña. Las diferentes rutas por carretera suman un total de 1929 km.
El camino por sendero está destinado principalmente para senderistas, y también para bicicletas de montaña. En total, la longitud de estos caminos verdes es de 1709 kilómetros.
En cualquier caso, el Camino del Cid no es un camino lineal, sino que es el producto de una trama narrativa que se prolonga durante varios años. Para el diseño de la ruta se utilizó un orden prelativo de criterios: el literario, el histórico-cidiano y el histórico-patrimonial. En primer lugar, se señalaron los lugares y parajes cidianos citados en el Cantar, siguiendo un desarrollo geográfico y no temporal. Cuando estos lugares resultaban insuficientes para definir la ruta se buscaron enclaves ligados históricamente al Cid. Si con estos dos criterios la ruta no quedaba del todo definida, se decidió optar por lugares con una fuerte impronta medieval, reconocible en su patrimonio actual.