En 1857 fue admitido en la Academia de Bellas Artes.
Algunas de sus obras más ilustres se encuentran en el Museo del Louvre.
La obra de Delacroix inspirará a un gran número de pintores, por ejemplo Vincent Van Gogh.
En 1859, el pintor expone por última vez en el Sálon ya que a pesar de su empeño no puede trabajar de forma continua. Su estado de salud se deteriora por una laringitis y tendrá que retirarse y guardar reposo fuera de París, en el campo. En 1861 termina los frescos de Saint-Sulpice (obra que había comenzado en 1849) y comienza la decoración del comedor del banquero Hartmann. En 1863 su estado de salud empeora pero sigue pintando, El cobro del impuesto árabe y Tobias y el Ángel, pero muere el 13 de agosto, acompañado solamente por su fiel ayudante Jenny Le Guillou.