La localidad de Puenteareas, celebra en el fin de semana siguiente al jueves de Corpus Christi sus fiestas más representativas. En la noche del sábado para el domingo, los vecinos de la localidad confeccionan alfombras florales con motivos religiosos relativos al día de Corpus Christi, adornados con motivos geométricos. La confección de dichas alfombras se realiza con distintos tipos de flores y materiales, preparados durante los días previos a la festividad por los vecinos.
Las alfombras permanecen intactas en su confección hasta la procesión del siguiente día, en la que se recorren todas las calles decoradas con este arte.
En 1968 es declarada Fiesta de Interes Turistico, en 1980 es declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, y en 2009 recibe el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Internacional.Fiesta del Corpus Christi (Valencia)
Desde la institución de la fiesta, se celebraba una procesión, pero en un principio era de las llamadas claustrales, por celebrarse dentro de las Iglesias. El obispo de Valencia (1348 - 1356) Hugo de Fenollet, el 4 de junio de 1355 promueve, de acuerdo con el cabildo catedralicio, los jurados de la ciudad, el justicia y prohombres de Valencia, la creación de una procesión que recorriese las calles de la ciudad.
Al año siguiente, en 1356 ante el sitio de Valencia por Pedro I de Castilla, se suspendió la procesión (habiéndose celebrado sólo una) y se decidió que cada año se celebraría en una parroquia.
“general e solemnial processó sia feta, en la cual sien e vajen tots los clergues e religiosos e encara totes les gents de la dita ciutat” .
En 1372, siendo obispo el Cardenal Jaime de Aragón, nieto de Jaime II de Aragón y primo hermano de Pedro IV "El Ceremonioso", resurge y a partir de ese momento la festividad va tomando auge y solemnidad, añadiéndose la música de la época, bailes o danzas de las cuales hoy algunas aún perduran, y la participación de los gremios con sus banderas y llevando una vela de ocho onzas cada persona de cada gremio.
Adquirieron en esa época fama y renombre tanto la fiesta del Corpus Christi, que se extendió rápidamente tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, como las Rocas (carros monumentales que desfilan en la procesión).
Hasta 1506 se celebraba la procesión por la mañana pero, en ese año se acordó que se hiciese por la tarde. Posteriormente Carlos II, en 1677, intentó cambiarlo nuevamente pero el Consistorio protestó y ese mismo año volvió a instaurarse por las tardes.
La participación de los gremios en la procesión fue constante hasta 1835. Tras la desamortización de Mendizábal en 1836, la supresión de muchas comunidades religiosas que participaban inició el declive de la procesión; si bien el vacío dejado por gremios y órdenes religiosas, lo llenaron las instituciones de beneficencia y caridad como el Real Colegio de Huérfanos de San Vicente Ferrer, la Casa de la Beneficencia, el Asilo de San Juan Bautista, etc.
Con la proclamación de la II República, la fiesta se limitó al interior de las iglesias, haciéndose así desde 1931 hasta 1935. Tras la guerra civil, los Ayuntamientos franquistas, hicieron caso omiso de esta tradición valenciana, recuperando solamente su parte religiosa, y quedando representada por "les Banderoles", "els Gegants i els Nanos", "els Cirialots", "los Apóstoles" y "los Evangelistas", y pocos personajes más.
Ya en la década de 1950 hasta 1960 un grupo de valencianos va recuperando personajes y se llega a la formación del Grupo de Mecha y a continuación de la Asociación Amics del Corpus de la Ciudad de Valencia, retomando el esplendor inicial de la Procesión del Corpus
Desfilan en solemne procesión 300 personajes bíblicos, desde Noé -llamado por los valencianos "el 'agüelo Colomet'"- hasta la reina de Saba, los profetas, Josué, Jacob, las doce tribus de Israel, Moisés y Aaron con las tablas de la ley, el Arca de la Alianza, Sansón o los exploradores de la tierra prometida, el Ángel Custodio de la ciudad de Valencia, San Juan Bautista, los apóstoles, los cuatro evangelistas, las águilas de Patmos, Santa Margarida, Sant Jordi y 'els cirialots' (24 prohombres de la ciudad disfrazados con barba blanca), hasta llegar a su fin con la custodía.
la custodia, un pieza barroca de 4 metros de altura, 600 kilos de plata y cinco de oro, perlas y piedras preciosas, que está flanqueada por 'los mancebos', seis jóvenes ataviados con ropa de terciopelo y seda a la usanza del siglo XVI.