Aquellos que hayan dormido en Grado deberán subir hasta San Juan de Villapañada, aldea a la que no es necesario entrar, y continuar por un fuerte repecho de asfalto hasta el alto del Fresno. Aquí se encuentra el Santuario de la Virgen del Fresno, al que se acude en romería cada 28 de septiembre. Una parada para recuperar el aliento está más que justificada.
El trayecto desciende por un camino, que abarca una impecable panorámica del valle y donde destaca en primer plano San Marcelo, localidad de unos 30 habitantes que pertenece al concejo de Salas. Los hórreos y paneras abundan, aunque muchos de ellos ya no se utilizan como almacén de maíz. Son los efectos del despoblamiento rural. Se deja San Marcelo por carretera y pronto se toma un camino a la izquierda que, paralelo a un riachuelo, nos introduce en La Reaz y sigue hasta La Doriga. Aquí hay un bar que sirve desayunos, comidas y cenas y tienen previsto para mediados de junio de 2011 habilitar un albergue (ver apartado observaciones). En este pueblo se puede admirar la iglesia románica de Santa Eulalia y un palacio del siglo XIV. Una senda de tierra y piedras entre musgos y enredaderas sale a la carretera en La Ponte, antesala de Cornellana, población a la que se accede un kilómetro más adelante tras cruzar el puente sobre el salmonero río Narcea. El albergue está situado en las dependencias del monasterio de San Salvador, construcción que se remonta a la primera mitad del siglo XI.
El camino asciende y bordea el alto de Santa Eufemia, donde se obtiene una magnífica vista de Cornellana. Un sendero por bosque, donde no es extraño el encuentro fugaz con algún corzo, conduce a Llamas. Desde esta aldea se avanza por terreno llano y recto dejando a la derecha Quintana. Más adelante, la Asociación Salas en el Camino ha construido un cobijo con un par de bancos en el paraje de Fuente Caliente. Aquí termina la monotonía porque a mano izquierda surge una senda que asciende y desciende para buscar el cauce del río Nonaya, que se salva por un puente para entrar en Casazorrina. El siguiente hito es Mallecín y tras cruzar la carretera un camino nos lleva hasta Salas, fin de la segunda etapa.
El trayecto desciende por un camino, que abarca una impecable panorámica del valle y donde destaca en primer plano San Marcelo, localidad de unos 30 habitantes que pertenece al concejo de Salas. Los hórreos y paneras abundan, aunque muchos de ellos ya no se utilizan como almacén de maíz. Son los efectos del despoblamiento rural. Se deja San Marcelo por carretera y pronto se toma un camino a la izquierda que, paralelo a un riachuelo, nos introduce en La Reaz y sigue hasta La Doriga. Aquí hay un bar que sirve desayunos, comidas y cenas y tienen previsto para mediados de junio de 2011 habilitar un albergue (ver apartado observaciones). En este pueblo se puede admirar la iglesia románica de Santa Eulalia y un palacio del siglo XIV. Una senda de tierra y piedras entre musgos y enredaderas sale a la carretera en La Ponte, antesala de Cornellana, población a la que se accede un kilómetro más adelante tras cruzar el puente sobre el salmonero río Narcea. El albergue está situado en las dependencias del monasterio de San Salvador, construcción que se remonta a la primera mitad del siglo XI.
El camino asciende y bordea el alto de Santa Eufemia, donde se obtiene una magnífica vista de Cornellana. Un sendero por bosque, donde no es extraño el encuentro fugaz con algún corzo, conduce a Llamas. Desde esta aldea se avanza por terreno llano y recto dejando a la derecha Quintana. Más adelante, la Asociación Salas en el Camino ha construido un cobijo con un par de bancos en el paraje de Fuente Caliente. Aquí termina la monotonía porque a mano izquierda surge una senda que asciende y desciende para buscar el cauce del río Nonaya, que se salva por un puente para entrar en Casazorrina. El siguiente hito es Mallecín y tras cruzar la carretera un camino nos lleva hasta Salas, fin de la segunda etapa.
Las dificultades
- Ascenso hasta el Santuario de Nuestra Señora del Fresno:
En caso de haber elegido Grado como lugar de descanso, en lugar de pernoctar en el albergue de San Juan de Villapañada, los músculos de las piernas no tardarán en calentarse. El día nos recibe con una pista en fuerte ascenso que se torna llana para llegar a San Juan de Villapañada. Desde aquí hasta el Santuario de la Virgen del Fresno el perfil gana en desnivel. Ánimo, este último tramo sólo tiene un kilómetro. - Corto pero resbaladizo descenso hacia La Ponte: Después de atravesar La Doriga (Kilómetro 7 de etapa), viene un sendero con abundante vegetación que hay que descender con cuidado. Su parte final, llegando a la N-634, es bastante resbaladiza si ha llovido.
Observaciones
El albergue que estaba situado en Godán (Concejo de Salas) está cerrado. Quedan los albergues de Cornellana, Salas - con 16 plazas - y Bodenaya, más allá de Salas si alguien quiere hacer una etapa más larga.
Las obras de la A-63 que afectaron al tramo entre San Juan de Villapañada y Cornellana ya concluyeron y es posible continuar por el itinerario tradicional reflejado en el mapa de la etapa. Sin embargo hasta pasado Cornellana es posible encontrar desvíos o puntos donde hay que sortear la autovía.
Toño, el propietario del bar de La Doriga, tiene previsto habilitar hacia mediados de junio de 2011 un albergue. Va a ser en una caseta prefabricada y habrá espacio para 8 o 10 personas. Contará con ducha y lavadora. Cobrará donativo voluntario. Teléfono para confirmar: 684 613 861.
Las obras de la A-63 que afectaron al tramo entre San Juan de Villapañada y Cornellana ya concluyeron y es posible continuar por el itinerario tradicional reflejado en el mapa de la etapa. Sin embargo hasta pasado Cornellana es posible encontrar desvíos o puntos donde hay que sortear la autovía.
Toño, el propietario del bar de La Doriga, tiene previsto habilitar hacia mediados de junio de 2011 un albergue. Va a ser en una caseta prefabricada y habrá espacio para 8 o 10 personas. Contará con ducha y lavadora. Cobrará donativo voluntario. Teléfono para confirmar: 684 613 861.
- Salas es la capital del concejo del mismo nombre. Una economía basada en la ganadería y la agricultura ha propiciado, como en muchos otros concejos del occidente asturiano, un descenso de la población que emigra en busca de trabajo. Está rodeado de una importante masa forestal, en la que predomina el castaño, el pino y de forma más aislada el eucalipto. El concejo lo bañan el río Narcea y sus afluentes. Un río salmonero que atrae cada año a un gran número de pescadores, como en Cornellana, la capital del salmón atlántico de Asturias.
- El patrimonio histórico de Salas está dominado por la Colegiata de Santa María La Mayor, el Palacio de Valdés Salas y la torre medieval.
- La Colegiata de Santa María La Mayor se construyó en el siglo XVI, en su origen como panteón familiar y más tarde convertida en iglesia parroquial, cuando en 1894 se cedió el templo. Destacan en su interior el mausoleo del arzobispo Valdés, el retablo mayor de principios del XVII y el de la capilla de los Malleza.
- El Palacio de Valdés Salas, también del siglo XVI, es un edificio de mampostería y cantería organizado alrededor de un patio interior porticado. Posee una capilla de planta rectangular cubierta con bóveda de cañón que se utiliza hoy en día como sala de exposiciones. El palacio acoge un hotel, la casa de cultura y la oficina de turismo.
- La torre medieval, del siglo XIV, está unida al palacio por un arco. Es de planta cuadrada y tiene un sótano y tres plantas recorridas por una escalera de caracol. Antiguamente se accedía a la torre por un puente levadizo sobre el foso. En su interior alberga un Museo Prerrománico en el que se muestran un conjunto de piezas y lápidas de la iglesia de San Martín, fechadas en el siglo X.
- En el cementerio de Salas se encuentra el Tejo de San Martín de Salas, un ejemplar de 15 metros de altura con un perímetro de tronco de 6 metros.
- El dulce típico de Salas son los Carajitos del Profesor, una galleta elaborada con avellana, huevo y azúcar que se puede degustar incluso en los bares.