Llegado ya el momento
de la separación
formemos compañeros
una cadena de amor.
Que no nos separemos, no
que un mismo corazón
nos une en apretado lazo
y nunca dice adiós.
Es esta despedida,
signo de buena amistad
para toda la vida,
con toda sinceridad.
Que no nos separemos, no,
de un mismo corazón,
entonces hasta luego,
es mejor decir que adiós.